En el deporte, como en la vida diaria de vez en cuando suele aparecer “el prietito en el arroz” o como dicen otros, el que “riega el tepache”.
Y comentamos esto porque en el Tour Quetzalcóatl 2023 que se realizó en este puerto el pasado fin de semana, no todo fue “color de rosa” como quieren hacerlo ver los organizadores.
Claro que los entendemos, pues ¿Qué panadero habla mal de su pan?, por supuesto que ninguno.
Sin embargo, de que hubo fallas en la organización eso nadie lo puede negar, pues fue muy evidente y los ciclistas fueron los primeros en palparlas.
Sobre todo en la logística, donde se pudo observar la falta de señalamientos durante el recorrido, lo que provocó que varios ciclistas tomaran rutas equivocadas y con ello ocasionaran accidentes, en su mayoría, afortunadamente, sin consecuencias graves.
El raquítico número de puestos de abastecimiento de agua y fruta a los competidores en el circuito trazado (si acaso había uno o dos por ahí), también molestó y mucho a algunos deportistas que tuvieron que esperar a terminar la carrera para saciar su sed y rehidratarse.
Y por si fuera poco, la premiación a los ganadores fue un soberano relajo, por no decir que estuvo aburrida, ya que no sabemos a quién se le ocurrió la IDEOTA de hacerlo según iban llegando los pedalistas a la meta.
O sea, a los organizadores no les importó en lo más mínimo pasarse por alto el programa establecido que marcaba el inicio de la ceremonia a las 2 de la tarde, ni tampoco que estuviera casi vacío el lugar en donde se llevó a cabo la deslucida ceremonia.
De eso fuimos testigos y de acuerdo a comentarios de varios pedalistas ahí presentes, esta situación restó seriedad al tan cacareado Tour Quetzalcóatl 2023, pues lo que significaba la “cereza en el pastel” terminó en una auténtica “pachanga” particular de las autoridades presentes.
Los que premiaron, entre ellos representantes de la DIMUDE, aprovecharon para tomarse fotos de frente y de perfil a la hora de entregar las medallas y los sobres con el dinero en efectivo, pues todos querían darse a notar y uno que otro por ahí, alzarse el cuello.
En fin, de que le quedó grande el evento a ese organismo de eso ni dudarlo, y los hechos dicen más que mil palabras.
Los que sí se llevaron el aplauso y merecidamente fueron los ciclistas, que con todo y el infernal calor que se sentía lograron devorar 80 y hasta 90 kilómetros durante el circuito que comprendió el malecón costero, Villa Allende y ejidos cercanos.
A ellos todo el reconocimiento, ya que respondieron con creces a la convocatoria, aunque los organizadores quedaran a deber.
Ah, y a los los pequeños que participaron en la categoría Recreativa y que pese a su corta edad consiguieron llegar a la meta, algunos incluso en triciclo acompañados de papá o mamá.
EL BASQUETBOL DE LUTO
Y en una noticia desagradable, el baloncesto porteño y de la región está de luto tras el fallecimiento de Jesús García Domínguez, mejor conocido en el medio deportivo como “La Lola”, quien contaba con 65 años de edad.
Jesús García se desempeñaba como árbitro a la vez de instruir a niños y jóvenes que daban sus primeros pasos en el deporte ráfaga.
“La Lola”, quien pertenecía a la vieja guardia del arbitraje local, silbaba partidos en las ligas Municipal y Regional Infantil y Juvenil.
Descanse en paz.
Nos vemos SDQ.