La vaquita marina (Phocoena sinus) es una especie endémica de México, habita en el Norte del Golfo de California y está considerada en Peligro de Extinción en la lista de especies en categoría de riesgo en la NOM-059-SEMARNAT- 2010.
Asimismo, está incluida en el Apéndice I de la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora (CITES), y se incluye en el Libro Rojo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) como especie en Peligro Crítico. Es por ello que la protección, conservación y recuperación de la vaquita marina es un asunto de alta prioridad nacional e internacional.
Desde hace 30 años, México decretó la protección de la vaquita marina, la realidad muestra que no ha cumplido su tarea; sólo quedan de 8 a 10 ejemplares, está a punto de extinguirse por la captura ilegal de Totoaba, por cuyo buche llegan a pagar hasta 60 mil dólares en China.
La Convención CITES, a la que México pertenece desde 1991, declaró “inadecuado” el plan que en febrero pasado le presentó el gobierno mexicano para impedir la pesca ilegal de la Totoaba y proteger la vaquita, y ordenó suspender desde el pasado 27 de marzo, todo el comercio con México de cualquier especie de flora o fauna. (3 mil 148 especies de animales y plantas).
Esta medida, la más radical del organismo, solo se aplica a otros seis países en el mundo: Somalia, Djibuti, Liberia, Santo Tomé y Príncipe, Afganistán y Libia.
Todavía no se tiene un cálculo de la millonaria afectación económica y de tipo social que ocasionará dicha medida y se desconocen los logros que obtuvo la delegación que el gobierno envió a la sede de la CITES en Ginebra para tratar de levantar tan drástica medida, pero entre los enviados no hubo personal de la CONABIO, organismo que la Cites considera su par en el tema.
Aunado a esto, la falta de protección a la vaquita marina amenaza con cobrar de nueva cuenta factura a México, ya que el Departamento del Interior de Estados Unidos decidirá el próximo 19 de mayo, la certificación de nuestro país bajo la llamada Enmienda Pelly a la Ley de Protección de los Pescadores por “socavar la eficacia de la CITES”. Estas sanciones comerciales contras las importaciones de nuestro país, incluyen pescados y mariscos, así como otras especies de origen silvestre.
La sanción de la CITES se levantará cuando estime adecuadas las acciones del gobierno en torno a la protección de la vaquita y se acabe con la ineptitud y la corrupción en las instancias gubernamentales INAPESCA, CONAPESCA, CONANP y demás responsables de garantizar su cumplimiento.
La vaquita marina es una especie que, aun frente al peligro al cual está expuesta en estos momentos, ha sido resiliente durante toda su existencia, y es el trabajo del gobierno y de la sociedad en su conjunto ofrecer las condiciones a fin de conservarla por muchos años más.
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