El radical cambio en una realidad como la que ha vivido el exgobernador veracruzano Javier Duarte debe desestabilizar a cualquiera, incluso a las personas con temple y carácter forjado.
Duarte fue un invento del exgobernador Fidel Herrera, quien le llevó prácticamente de la mano de un nivel de asistente en el Senado a la Secretaría de Finanzas, a la Diputación Federal; y de ahí a la Gubernatura.
En 6 años, el entonces joven Javier Duarte vivió todo lo que puede experimentar un gobernante: ganó las elecciones intermedias y tenía la mayoría, el control absoluto del Congreso local.
A otros actores políticos les toma la vida entera escalar a esos niveles; el cordobés lo hizo en poco más de un lustro.
Sin embargo, tan rápido fue su crecimiento como su desplome; en el sexenio se dispararon los índices delictivos, particularmente el homicidio doloso y el secuestro; por si fuera poco, las deudas asfixiaron a la administración, que perdió todo control. Duarte enfrentó acusaciones por presunto lavado de dinero y asociación delictuosa.
De aquel gobernador que ganó todas las elecciones en la entidad, no quedó nada; pidió licencia al cargo y emprendió la huida, hasta que fue detenido en Guatemala el 15 de abril de 2017, cuando Miguel Ángel Yunes ya tenía el Poder Ejecutivo de Veracruz.
Fue extraditado a México el 17 de julio e internado en el Reclusorio Norte.
Todo eso ocurrió en un lapso de 6, 7 años.
De forma reciente trascendió que el exgobernador podría salir libre, una vez que ya pasó recluido más de la mitad de su condena; no lo dejaron; en noviembre pasado fue vinculado una vez más a proceso, en esta ocasión por el presunto delito de desaparición forzada de personas.
Quienes han sufrido el infierno de la reclusión dicen que la celda quiebra al carácter más fuerte; en este caso particular, eso sólo lo sabe el detenido; sin embargo, Duarte debe tener claro que en cuestión de poco tiempo podría recuperar la libertad… si es que no le comprueban nuevos delitos.
El exgobernador ha seguido activo en sus redes sociales; su cuenta de Twitter, por ejemplo, tiene más de 460 mil seguidores; desde esa plataforma envió un mensaje que deja entrever una amenaza contra un abogado –omitió el nombre– que se había referido a la inminente extradición de Karime Macías Tubilla: “Respuesta al abogado discapacitado que torpemente pretende erigirse como vocero de la fiscalía Veracruzana: 1.- Si quieres tener tus cinco minutos de fama , métete conmigo y no seas maricon, deja de molestar a una mujer indefensa… Recuerda que esto da muchas vueltas y que los carniceros de hoy pueden llegar a ser las reses del mañana… Te conozco de toda la vida y sé la clase de basura que eres, así que ruega a Dios que no te vayas a encontrar conmigo, porque yo si te voy a poner en tu lugar”.
Duarte acumula rencor, resentimiento; y así lo exhibe en sus redes sociales; la prisión desequilibra a cualquiera; en todo caso, el mensaje del exgobernador revela impotencia, rabia y desesperación. Debe ser complicado vivir así después de acumular tanto dinero como el que se le atribuye y tanto poder, como el que sin duda tuvo.
@luisromero85