El hijo del exgobernador Fidel Herrera Beltrán, Javier Herrera Borunda hizo una petición concreta en la mesa de los negociadores de la alianza Morena, PT y Verde Ecologista. Llegó y dijo:
Si Alberto Silva no va por Tuxpan encabezando la coalición, la instrucción es que no haya alianza en el estado de Veracruz, con Morena y el PT.
La noticia cayó como balde de agua fría cuando los distintos representantes barajaban las mejores cartas para que todos quedaran satisfechos en los acuerdos para las elecciones de junio de este 2021.
Pero nadie se esperaba que al final, Tuxpan fuera la manzana de la discordia, y por un personaje clave, un exduartista: Alberto Silva Ramos, a quien durante el mandato de Miguel Ángel Yunes Linares se le acusó de haber saqueado el área de Comunicación Social por más de 200 millones de pesos. Por ello, además, los protagonistas de ese cónclave no entendían como un ícono de la corrupción y con el peso del gobierno duartista fuera lo que estaba por fracturar la suma de partidos políticas en la entidad.
Silva fue uno de los exduartistas a los que no le llegó o simplemente logró contener el famoso vómito negro, que a la postre significarían miles de millones de pesos devueltos en la administración de Yunes Linares durante sus dos años de mandato, pero de los que públicamente contabilizó una cantidad menor como “botín recuperado”.
Y es que Silva no estuvo nunca de acuerdo en devolver parte de la fortuna amasada durante el último sexenio priista que tuvo Veracruz.
En tanto, mientras la persecución se volvía más férrea y le pisaban los talones al también exdiputado federal, Silva Ramos, éste –era público- estaba refugiado en Chiapas, y es que, buscó su manto protector, el entonces gobernador de aquel estado del Sureste, llamado Manuel Velasco, conocido como “El Güero”.
Pocos sabían de esa discreta, casi secreta, pero intensa relación personal entre ambos políticos.
Por ello, para Silva, Chiapas fue su mejor y más seguro refugio.
Sorprendió entonces, durante ese bienio del yunismo, una reunión más que amable y sospechosa, pues casi nadie atinó la razón de esa visita, entre el gobernador de Veracruz y el de Chiapas, Velasco Coello el 11 de junio de 2018.
Corrió después la versión que el único tema, aunque se deslizó el asunto de seguridad y colaboración entre ambos gobiernos estatales, fue entonces la petición directa de Velasco hacia Yunes: no te metas con Alberto Silva, y me comprometo a interceder con el “virtual Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (con amplia ventaja) para que no te recuerde el pasado con ofensas y descalificaciones en campaña” hacia el hoy mandatario. Velasco siempre presumió una excelente relación con el tabasqueño.
En aquel entonces no cuadraba, pero una vez que se ha sabido que la alianza en Veracruz entre MORENA, PVEM y el PT, podría venirse abajo por un solo personaje, entonces se comprueba el alto grado de influencia del afamado “Cisne” entre los actores del Verde, pero en particular el cariño especial que se tiene con Velasco Coello.
SOLUCIÓN SALOMÓNICA. TODOS SOLOS
Cuentan que esa noche no hubo otro acuerdo, más que el que a uno de la mesa se le ocurrió para sacar del grave atolladero la alianza y el destino electoral de Veracruz, por lo que esto significaba para el 2021, la solución que cada uno de los partidos fuera solo y con su respectivo candidato.
De esta forma, Silva Ramos será el abanderado del Verde en Tuxpan, el PT pondrá su representante y MORENA también a su candidato.
La segunda condición ante la alta influencia del “Cisne” en las esferas de primer nivel del Verde, lideradas por Javier Herrera Borunda, hijo del exgobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, fue que MORENA debía poner un candidato débil, a fin de que se le facilitara el camino a Silva rumbo a la alcaldía de Tuxpan, pues en ese municipio el PAN va desgastado con Pepe Mancha como abanderado.
Al final, sobre la mesa, o más bien, una vez que los del Verde se retiraron, entre los de PT y MORENA, el mayor cuestionamiento fue por qué llegar a ese extremo para defender al “Cisne”, y la respuesta fue la misma: la gran influencia íntima y personal con el exgobernador de Chiapas, Manuel Velasco.
MUY EN CORTO
CAYÓ BIEN DESCHAMPS. Hipólito Deschamps se ha valido del trabajo municipal para hacerse sentir en su pueblo, pero ahora tendrá que extender los logros hacia el distrito 17 por el que habrá de buscar la diputación local. Es por ello, que se habla de que entre los medellinenses existe buena aceptación del trabajo realizado en los últimos tres años por parte de Espino Barros tanto en las localidades como fraccionamientos y congregaciones.
Será por eso que Polo Deschamps no tuvo contrincante en la interna por ese distrito. Algunos consideran que son siete de cada 10 militantes de su partido y su control político lo traslada más allá de Medellín.
Al césar lo que es del césar, y tal parece que un activo de Deschamps Espino Barros son las negociones políticas. Algo que presume para su municipio es la gestión de recursos y proyectos en beneficio de la población, lo que hará que sea su tarjeta de presentación, pues desde el Congreso Local, buscará replicar lo efectuado en Medellín en los 10 municipios que integran el distrito electoral 17.