Este 14 de marzo cumplió su ciclo terrenal don Gilberto Salomón Vázquez, a los 88 años de edad, convertido en más que un influencer de las redes sociales, en toda una celebridad por la fama que alcanzó en los últimos años.
La gran contribución de la famosa “Gilbertona” a sus miles de seguidores en todo el continente y más allá en otros lares, fue durante la pandemia que dio múltiples mensajes con los que lograba dar alegría y un motivo para vivir durante la pandemia, en dónde personas mayores se hicieron parte de quién los hacía sonreír con sus ocurrencias y toda una filosofía de vida de todo lo que el ser humano muchas veces en una realidad de defectos y virtudes se pretenden ocultar.
O aún más allá de los factores ocultos, y que los grandes estudiosos de la comunidad académica trataron de descifrar los muchos trastornos de la conducta humana.
Y aquí, sí el Gilberto llamaba a las cosas por su nombre en el sentido común de lo que todo ser humano enfrenta todos los días como el temor a la soledad y el aprender a vivir lejos de la familia y haciendo amigos con los que se convive de manera normal.
La Gilbertona de Culiacán, dará tributo a la tierra y deja este mundo con un gran legado de enseñanzas y de toda una filosofía de vida.
Medir el nivel de su popularidad por el dolor de los miles de dolientes por su partida, su trascendencia sólo se conocerá después de su funeral en dónde su amigo y promotor de los cuidados a su persona, Pavel Moreno, lo acompañó cercano en su gran aventura por los caminos de una fama insospechada en la nueva era del ciberespacio.
Don Gilberto Salomón Vázquez, hizo de la comunidad de las redes sociales a una gigantesca familia, que disfrutaba de sus vídeos y además con gusto le contribuían a sus gastos diarios que le enviaban y de lo que siempre se dio un manejo transparente.
Entre muchas historias compartidas estarán sus múltiples casos con el Antena, el Marlon, el Trailero, el Volaris, Fernandito, el argentino y muchos personajes ficticios o no, con los que como en el Quijote en su mente en momentos de lucha por el sueño imposible, y el servir en un mundo ideal, fueron parte de las muchas historias inolvidables que bien se pueden hacer en un gran documental fílmico, que será la grana aportación a su paso por este mundo estoico y feliz, siempre de estar disfrutando de la vida y de la gente, lo que ha sido su gran legado. QEPD. Así las cosas.