Se le vino la noche a la fiscal de Veracruz, Verónica Hernández Giadáns, con el caso de Miguel Ángel Yunes Márquez. La propia gobernadora electa Rocío Nahle lanzó hace poco una fuerte crítica por la lentitud en el proceso.
A como están las cosas, esa lentitud le permitió a Yunes Márquez salir del país, sean como sean las circunstancias. Lo que pareciera un trámite de rigor ha terminado en una solicitud de orden de aprehensión fuera de México.
Por si fuera poco, la información ha surgido a cuentagotas y por filtraciones en lugar de que sea ella misma quien dé a conocer la información de primera mano dentro de un proceso bastante observado por sus características.
Las contingencias naturales ponen en evidencia lo que no se hizo bien y dejan bien parado a un gobierno rescatable que trabaja dentro de la medianía, pero con eficiencia.
En esta temporada de lluvias hay quienes dan resultados y quiénes no. Lo que sí debería cumplirse es lo que se compromete, entre ellos los servicios públicos, al margen de la temporada política.
La reciente iniciativa de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para instalar transformadores subterráneos en el centro de la ciudad no solo mejorará la seguridad y el suministro de electricidad, sino que también representa un paso hacia la modernización de la infraestructura urbana en una región frecuentemente afectada por fenómenos naturales como tormentas y huracanes.
Ubicar los transformadores de manera subterránea es una decisión acertada que reducirá considerablemente la vulnerabilidad del servicio eléctrico ante eventos climáticos extremos. La experiencia ha demostrado que los sistemas eléctricos aéreos son propensos a fallas durante las tormentas, causando cortes de energía que afectan a miles de ciudadanos y generan costos adicionales por reparaciones.
Sin embargo, este esfuerzo no debe limitarse solo al primer cuadro de la ciudad. La modernización de la infraestructura eléctrica debe extenderse a otras partes de Veracruz. La eliminación de cables aéreos en más zonas urbanas no solo mejorará la estética de la ciudad, sino que también contribuirá a un entorno más seguro y ordenado.