La creciente aparición de socavones y baches en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río es un reflejo claro de la falta de planificación a largo plazo y del escaso mantenimiento de las vialidades que hicieron anteriores administraciones. Aunque factores como el terreno arenoso, el tráfico pesado y el ambiente corrosivo son innegables, lo que realmente agrava la situación es la ausencia de un compromiso sostenido con el cuidado de la infraestructura.
El continuo deterioro que vemos hoy día es resultado de una negligencia prolongada que, más allá de los baches, pone en riesgo la seguridad vial y afecta gravemente la movilidad.
El pasado no se puede cambiar, pero de ahora en adelante se puede mejorar la planeación para tener mejores condiciones de infraestructura vial.
Los transeúntes que pasan por la Plazuela de la Campana muy temprano por la mañana o ya al atardecer, reportan que ya parece refugio de supuestos menesterosos, y que desde lejos se percibe el olor a marihuana.
Una cosa es libertad de tránsito y otra es convertir los espacios públicos en dormitorio de vagabundos y en espacio para el consumo de alcohol y yerba de lo peor, al aire libre.
Es un hecho que el dengue sigue presente en Veracruz, pero al parecer no se están tomando las medidas necesarias para proteger a la población de esta enfermedad.
El nuevo caso de una muerte por dengue en la Unidad Habitacional El Coyol, así como los cerca de 10 contagios que se reportan en el complejo habitacional, la población está asustada y pide a las autoridades sanitarias más eficiencia en sus procesos de fumigación.