La Fundación Tony ha demostrado a lo largo de 30 años, que la responsabilidad social puede convertirse en una fuerza transformadora. Con iniciativas que promueven valores y previenen adicciones, la institución ha impactado positivamente a más de un millón y medio de personas, extendiendo su labor más allá de Veracruz y alcanzando un alcance nacional.
El lanzamiento de las becas "Tony Chedraui Mafud" marca un nuevo capítulo en esta trayectoria. Al enfocarse en jóvenes con excelencia académica y vulnerabilidad económica, no solo se fomenta el mérito, sino también la esperanza de un mejor futuro para quienes más lo necesitan.
Es admirable que en un entorno donde las carencias suelen ser noticia, haya organizaciones como esta que, con visión y compromiso, apuestan por la educación y los valores como herramientas de transformación social. Sin duda, el ejemplo de la Fundación Tony es un recordatorio de que el legado de solidaridad puede trascender generaciones.
Los tubos de acero, que representan el 34% de las exportaciones veracruzanas, son un motor clave para la economía estatal. Sin embargo, la sombra de los aranceles impulsados por políticas proteccionistas en Estados Unidos amenaza con golpear este sector estratégico. La posibilidad de que el acero y el aluminio mexicanos enfrenten barreras comerciales es una preocupación legítima para las empresas y todo el ecosistema industrial que depende de ellas en Veracruz.
Estados Unidos no solo es el principal socio comercial de la entidad, absorbiendo más del 40% de sus exportaciones, sino que también depende del acero mexicano como parte esencial de su cadena de suministro en sectores estratégicos como el oil and gas. Esta interdependencia debería ser un argumento suficiente para evitar medidas arancelarias que podrían afectar a ambas naciones.
No obstante, la historia reciente ha demostrado que los aranceles se utilizan como herramientas de presión política, dejando a los exportadores mexicanos en una posición de vulnerabilidad.
Tienen mucha razón los meteorólogos cuando dicen que la población no tiene memoria, en este caso meteorológica, porque de cada frente frío suelen decir que es el peor de la historia y que nunca se había registrado uno igual.
Y resulta que sí ha habido muchos similares y peores, pero es una historia de nunca acabar.
Lo que debe hacer cada persona en temporada de frío es abrigarse bien, no exponerse innecesariamente al frío y si es inevitable salir a la calle, abrigarse bien y no buscarle tres pies al gato.