Las políticas públicas para la reducción de la vulnerabilidad frente a los desastres naturales -llamados sociales en el mundo oriental ante la alta devastación de la sociedad- así como, los socionaturales o fortuitos, requieren una mayor y mejor atención.
Nuestro país, por ubicación geográfica y natural, es una de las regiones de América Latina y el Caribe afectada por los desastres naturales.
Los expertos, y quienes en algún momento hemos transitado por áreas relativas a la protección civil en la instituciones, habremos de coincidir que es tiempo de un análisis serio y profundo de los desastres naturales, incluso más allá de visualizar a los agentes causantes, es decir, los fenómenos físicos como procesos geodinámicos o hidrometeorológicos, y con ello llegar a revisar circunstancias de las poblaciones expuestas.
Acapulco, ahora, pero hay otros impactos que han azotado a México, y los que puedan llegar, y deben llevarnos a la preocupación, pero también a "ocuparnos" y no sólo quedarnos en pensar en la comunidades vulnerables o que se tengan que desplazar por daños.
Debemos promover políticas públicas con una nueva perspectiva de atención a la vulnerabilidad integral en busca de buscar disminuir los daños causados por desastres y construir acciones para su reducción con mejor estrategia para el desarrollo sostenible.
El universo de la prevención de desastres se debe fundamentar en las políticas públicas, que deben ser compartidas por toda la sociedad, pero en este momento de revisión y discusión para integrar el Paquete Económico 2024 -ya sin Fonden y otros mecanismos similares-, las distintas alternativas e instrumentos de política ocupan un lugar principal entre los planes de ordenamiento territorial por su enfoque preventivo, partiendo de Ayuntamientos, Gobiernos Estatales y Federación.
Es urgente la implementación de estas políticas, que requieren de la adecuación de los marcos institucionales predominantes en cada región de México -cada zona tiene su identidad y características- y con su enfoque reactivo.
Los diputados federales y senadores, tendrán que reunirse junto con el equipo del Presidente López Obrador para empezar por revisar los conceptos básicos que interrelacionen a la prevención de desastres con el universo que conforma la amenaza y vulnerabilidad que vaya en dirección a riesgos de desastre en función de su tipología y componentes.
Aquí debe destacarse y distinguir a diferentes instrumentos de política en función de factores de vulnerabilidad. Estos instrumentos son de política, ordenamiento territorial, instrumentos financieros, planes de contingencia y restauración de servicios, y el plan de reconstrucción.
El marco institucional en el que se debe apoyar la formulación e implementación de políticas públicas no es recargándose en ocurrencias sino en ideas propositivas para la prevención de desastres e impactos en lo humano, material y la economia.
Los sitios vulnerables se relevan a tiempo con la instalación de sitios y lugares preparados para el resguardo de la población; cada temporada como la actual, nos pegan huracanes, en mayor o menor proporción, pero llegan.
Huracanes, ciclones, tormentas, frentes fríos o fenómenos similares no deben dejar muertos, si con antelación se advierte -hay herramientas de información, monitoreo y control- que aunque el fenómeno se comporte con variables en su trayectoria, permiten estimar y prepararse en lo logístico, pues aún perdiendo materialmente, se debe cuidar a toda la población.
Evacuar y resguardar a la población es el primer paso ante cualquier contingencia, y a partir del proyecto de Presupuesto de Egresos y Paquete Económico 2024 deben partir todas nuestras autoridades, considerando bienes básicos qué aportar y tener para apoyar solidariamente desde antes de los impactos y azote, como acaba de suceder con OTIS.
Con la representación del Presidente Andrés Manuel López Obrador, la canciller Alicia Bárcena se encuentra en Washington, Estados Unidos; participa en la Primera Cumbre de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP por sus siglas en inglés). Aprovechó para informar la importancia de revisar en el continente americano las políticas públicas en materia de Protección Civil y Vulnerabilidad por Fenómenos Naturales, tema de importancia para todos los países de América Latina y el Caribe.
Ningún plan o presupuesto emergente alcanza o será suficiente; es urgente planear y programar recursos básicos para atender fenómenos que parece irán en ascenso.
¡ ES CUANTO !