Los pactos de caballeros no se deben convertir en pacto entre bandoleros. Que nadie se vaya a sentir lastimado o asombrado por el lenguaje o términos que en este sentido se usa, pero es un secreto a voces que en más de una actividad humana -en muchas partes del mundo- esto suele suceder.
En los negocios del deporte y en las actividades comerciales, sin descontar el quehacer político y público, e incluso, hacedores de la información en los medios de comunicación en su relación con el sector gubernamental y los organismos socio-políticos, y personajes, han vivido vaivenes e incumplimiento de acuerdos -de caballeros- y luego resultan que se traducen en una conducta de bandoleros.
En los recientes días y meses se ha venido hablando en torno al retorno del fútbol profesional al estado de Veracruz, y hasta se menciona que no sería en el máximo circuito de la Liga MX sino en la de Expansión, y que es de mucho menor nivel en todo, por todos y para todo.
El fútbol profesional no es para aprendices ni para los que sólo les guste el balompié, es para conocedores e implica más que un balón y pantalón corto, pero también en los de pantalón largo y en los cuerpos directivos, y a veces encima de quien o quienes invierten en el deporte de las patadas o sea, los dueños.
En ese sentido, si el Gobierno de Veracruz deja de rodearse de los que saben y pueden ayudar, estará en peligro y perdería no sólo el régimen en credibilidad sino también la afición, y todo el comercio y los negocios en el entorno al fútbol. Y esto, en el supuesto que exista estadio en condiciones -en términos de la legalidad deportiva, pero sobre todo comercial- e incluyendo el máximo aval de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF).
El alejamiento del fútbol en el máximo circuito profesional en Veracruz -Tiburones Rojos- es una escena que otras plazas en la República ya han enfrentado y no han vuelto a regresarlo, y los ejemplos sobran, y todo por ese tipo de acuerdos que pasan de los caballeros a bandoleros.
De no evitar a los falsos mesías que van muy atrasados en la reconstrucción del Estadio Luis "Pirata" Fuente, y amarrar al menos una franquicia en la Liga de Expansión y contratar a los elementos precisos -directivos, cuerpo técnico y jugadores- o de lo contrario todo resultará un sueño y pesadilla, más allá de lo social, comercial y deportivo.
La triste práctica de acuerdos entre caballeros y que termina en bandoleros, está caminando a pasos agigantados en el terreno político de Veracruz, en algunos partidos y además, entre grupos parlamentarios en el Congreso, por el reparto de los espacios en el Poder Judicial en su conjunto e incluso, hasta en organismos autónomos.
La doble "C" o sea, los acuerdos de "Cuates" y por "Cuotas", de ir avanzando en ruta de supuestos caballeros y reales bandoleros, estarían por dar mucho de que hablar en los días y semanas en plena autopista con caseta de cobro ubicada en el kilómetro 2 de junio ante el posible aumento del mal humor social.
Todo día 5 de febrero se celebra el Aniversario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. El origen se debe a que en 1917 se promulgó la versión actual de la Constitución Política, y que entró en vigor el 1 de mayo de ese mismo año.
El año pasado en el protocolo del evento celebrado en Querétaro, y encabezado por el Presidente de México, los Poderes de la Unión: Legislativo (Santiago Creel) y Judicial (Norma Piña) no fueron colocados a los flancos de Don Andrés Manuel López Obrador.
La división de los tres Poderes de la Unión hoy más que nunca, -así se aprecia- no sólo en el ejercicio del poder, sino también en la distancia de sus titulares, y en esta ocasión veremos como se desarrolla el acto en el que la Secretaria de Gobernación Luisa María Alcalde, se ha dicho, será la representante presidencial.
Las quejas contra los servidores públicos de la SEFIPLAN suelen ser de contratistas, prestadores de servicios y organismos de la iniciativa privada por atrasos en contrataciones y pagos, pero que los reclamos provengan de su estructura humana, debe de llamar la atención y quizá a la preocupación en el gobierno, y que suceda en plena recta final del sexenio.
¡ES CUANTO!