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El Reporte de Riesgos Globales 2025, elaborado por el Foro Económico Mundial (WEF), ofrece una visión preocupante sobre los desafíos que enfrentará el mundo en el corto y largo plazo. Basado en la perspectiva de más de 900 expertos en 121 países, el informe advierte que los riesgos ambientales han escalado a la primera posición entre las mayores amenazas para la humanidad en la próxima década.
Los efectos del cambio climático, la contaminación, la pérdida de biodiversidad y el colapso de los ecosistemas se han convertido en problemáticas de primer orden, superando incluso los conflictos geopolíticos y la incertidumbre económica. Si bien estos problemas han sido mencionados en reportes anteriores, el documento de 2025 enfatiza que nos encontramos en un punto de inflexión: sin acciones contundentes, las consecuencias para las sociedades y la economía global serán devastadoras.
El informe destaca que los eventos climáticos extremos son el riesgo ambiental más urgente. La creciente frecuencia e intensidad de estos desastres no solo afectan a las comunidades directamente impactadas, sino que tienen efectos en cadena en la seguridad alimentaria, el acceso al agua, la migración y la estabilidad política. La crisis climática ya no es una amenaza futura, sino una realidad presente que está alterando la vida de millones de personas.
Otro de los grandes riesgos ambientales mencionados en el informe es la acelerada pérdida de biodiversidad y el posible colapso de ecosistemas enteros. La deforestación masiva, la contaminación de los océanos y ríos, la sobreexplotación de los suelos y el tráfico de especies están empujando a miles de especies al borde de la extinción.
El informe también pone énfasis en los riesgos ambientales específicos para México y América Latina. Uno de los problemas más urgentes para México es la escasez de agua, que ya afecta a millones de personas en diversas regiones del país. La crisis hídrica, agravada por la sobreexplotación de acuíferos y la contaminación, ha llevado a situaciones críticas en ciudades como Monterrey, donde las fuentes de abastecimiento han llegado a niveles históricos de sequía.
Más allá del impacto ecológico, el informe destaca que los riesgos ambientales tienen consecuencias económicas y sociales profundas. La crisis climática también se ha convertido en un factor de inestabilidad social, ya que exacerba la desigualdad y provoca desplazamientos forzados. Las comunidades más vulnerables, que dependen de los recursos naturales para su subsistencia, son las primeras en sufrir las consecuencias.
El informe también advierte que el tiempo se está agotando. La cooperación internacional es clave para enfrentar estos desafíos, pero hasta ahora, los esfuerzos han sido insuficientes. Las próximas décadas definirán el destino del planeta y la capacidad de la humanidad para adaptarse a un entorno que está cambiando rápidamente.
El Reporte de Riesgos Globales 2025 no solo es un diagnóstico de las amenazas que enfrenta el mundo, sino un llamado de atención para gobiernos, empresas y ciudadanos. El tiempo para actuar se agota y la pregunta clave es: ¿estamos preparados para enfrentar el futuro que hemos creado?
#CambiaUnaAcciónCambiaTodo.