Es necesario aquí recordar que, en el el primer día de su segundo período en la Casa Blanca, Donald Trump emitió más de diez órdenes ejecutivas y proclamaciones con el propósito de modificar casi en su totalidad, la ley y la política de inmigración de los Estados Unidos.
El gobierno de Trump se ha mantenido en la postura de emprender acciones conjuntas en temas migratorios, desde evitar que más migrantes crucen la frontera en busca de refugio hasta los niños que nacerán el mes próximo de padres que están en los Estados Unidos con visas temporales y por supuesto la cancelación de CBP one, rechazando solicitudes de asilo, de la mano de amenazas del uso agresivo de sanciones penales para garantizar el cumplimiento, dejando entrever la posibilidad de retomar leyes centenarias como la Ley de Insurrección y Ley de Enemigos Extranjeros.
Así las medidas migratorias de Donald Trump potencializan el odio y el racismo, donde autoridades estatales se suman con medidas extremas; así por ejemplo en Misisipi, la propuesta presentada por el representante republicano Justin Keen o la presentada en Misuri en el mismo sentido.
En ambos estados, legisladores de Misuri y Misisipi proponen crear la figura del cazarrecompensas para ayudar a Trump en su campaña de deportaciones masivas. Se trata de la propuesta de establecer recompensas para quienes denuncien a los extranjeros que se encuentran de forma ilegal en el país. La oferta contempla premiar con 1.000 dólares a todo aquel que aporte información que lleve a la detención de cualquier migrante indocumentado.
Es así, como estas iniciativas aumentan el temor a que se produzcan actos racistas entre una población que ya está polarizada por la cruzada antiinmigrante que ha puesto en marcha Trump “No hay duda de que podría haber repercusiones imprevistas, sobre todo en lo que respecta a la seguridad pública, la elaboración de perfiles raciales y la discriminación”, ha dicho Michelle Mittelstadt, directora de comunicación del Instituto de Política Migratoria (MPI, por sus siglas en inglés).
En dichas iniciativas, como es el caso de la realizada por legisladores de Misuri, se buscaría la creación de una figura más propia de siglos pasados en un escenario del lejano oeste: el cazarrecompensas. El denominado Programa de cazarrecompensas certificado para extranjeros ilegales de Misuri certificaría a personas para que se dediquen a encontrar y detener a migrantes indocumentados.
Así las cosas, en un mundo polarizado por las políticas migratoria del presidente de Estados Unidos que podrían agravarse. Frente a ello hay quienes aseguran que la reacción de países de Latinoamérica ha sido alarmante, pues parecieran consentir dichas acciones, frente a una deseada defensa por parte de migrantes.