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El uso excesivo de dispositivos móviles en la infancia puede tener serias repercusiones en el desarrollo neurológico y físico de los niños, advirtió la doctora en educación Mariela Beatriz Terán Morales.
Explicó que los pequeños nacen con la necesidad natural de explorar el mundo a través del juego, la socialización y la interacción afectiva con su entorno, pero el abuso de las pantallas limita estas experiencias esenciales para su crecimiento.
Terán Morales señaló que el desarrollo cerebral en los primeros años de vida depende en gran medida de los estímulos sensoriales y sociales que recibe el niño.
"Cuando un niño pasa demasiado tiempo frente a una pantalla en lugar de explorar el mundo real, sus conexiones neuronales no se fortalecen de manera adecuada", afirmó.
Además, expuso, el uso prolongado de dispositivos digitales afecta el desarrollo de habilidades motrices, la percepción visual y la capacidad de atención, por lo que la tecnología debe introducirse en la vida de los niños de manera controlada y supervisada.
Recomendó que el uso de dispositivos inicie después de los seis años, con un límite de una hora diaria distribuida en periodos cortos, para evitar una exposición prolongada.
También subrayó la importancia de restringir el uso de pantallas después de las seis de la tarde, ya que la luz azul que emiten altera la actividad cerebral y puede interferir con la calidad del sueño, afectando el descanso tanto en niños como en adultos.
Por ello, se recomienda a los padres a fomentar actividades como la lectura, el juego al aire libre y la convivencia familiar, pues estos hábitos favorecen el desarrollo integral de los menores y reducen la dependencia de la tecnología desde una edad temprana.