Enfermedades como el dengue y ciertos tipos de cáncer pueden causar una drástica reducción en los niveles de plaquetas, células esenciales para la coagulación de la sangre.
Ante la amenaza de un recuento bajo, el agua de coco se presenta como una opción natural para mejorar los niveles de plaquetas y mantener el organismo hidratado.
Sin embargo, enfermedades como el dengue, la leucemia, ciertos tipos de cáncer y la anemia, así como el VIH, la hepatitis C y tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia, pueden reducir significativamente su producción.
En México, el dengue es una de las principales causas de esta reducción. Esta enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti puede llevar a complicaciones graves si no se controla, entre ellas hemorragias internas asociadas con niveles extremadamente bajos de plaquetas.
Aunque aún no existe una cura para el dengue, mantener una hidratación adecuada es clave para contrarrestar sus efectos.
El agua de coco, con su composición rica en minerales y electrolitos similares al plasma sanguíneo, es especialmente útil para hidratar a los pacientes y fomentar la recuperación del recuento de plaquetas.
Los expertos recomiendan consumir entre 2 y 3 litros de líquidos al día durante el dengue, incluyendo agua de coco o soluciones orales con electrolitos, para prevenir la deshidratación y favorecer la regeneración celular.
Además de sus beneficios hidratantes, el agua de coco contribuye al equilibrio de los electrolitos y apoya las funciones corporales esenciales.
Este líquido natural no reemplaza el tratamiento médico, pero es una herramienta complementaria valiosa para combatir los efectos del dengue y otras condiciones que afectan las plaquetas.