México es uno de los países que más consume refrescos en el mundo, con aproximadamente 164 litros por persona al año, estando por encima, incluso, de los Estados Unidos, quienes beben 118 litros por persona en el mismo tiempo.
Pese a ser una de las bebidas más consumidas en nuestro país, los refrescos están directamente relacionados con enfermedades como la diabetes y la hipertensión, producto de su alto contenido de azúcares y edulcorantes.
De acuerdo con datos de la ONU, 7 de cada 10 mexicanos presentan sobrepeso, producto del consumo excesivo de refrescos; hablamos de casi 35 millones de personas.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) señala que los refrescos más conocidos son también los más dañinos; en su revista informativa, el organismo presentó un análisis detallado de 46 productos, y detectó que al menos 22 refrescos en el mercado mexicano adicionan azúcares, edulcorantes o cafeína.
Producto de esto, su consumo a largo plazo puede ser altamente dañino, especialmente si se hace a diario, y en menores de edad. Las marcas señaladas por Profeco por sobrepasar sus normativas son:
De los mencionados, Barrilitos, Jarritos y Sidral Aga fueron señalados por ser los que contienen más azúcar, pero no son los únicos peor calificados; por su etiquetado, también se unen a esa lista Coca Cola, Sangría Señorial y Ameyal.
Las recomendaciones de Profeco ante esto es revisar siempre el etiquetado y considerar el aporte calórico y contenido de azúcares de estas bebidas, ya que son su segundo ingrediente más presente después del agua.
Algunos sectores de la población como los niños y los adultos mayores pueden ser no tolerantes a este nivel de sustancias adicionales; otros terminan desarrollando enfermedades a partir de ellas. Por eso, la recomendación universal es reducir en la medida de lo posible el consumo de refrescos, tu salud te lo agradecerá.