Puebla | 2024-12-19
En el estado de Veracruz, los enfrentamientos entre grupos criminales y fuerzas del orden registró una disminución significativa durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Según el informe ´El legado de López Obrador (AMLO)´, elaborado por el observatorio "Signos Vitales", Veracruz lidera las reducciones a nivel nacional, con una baja del 80.6% en los enfrentamientos respecto al sexenio anterior.
La cifra se traduce en 25 incidentes menos, marcando una tendencia que algunos interpretan como un avance en materia de seguridad.
Entre enero de 2007 y julio de 2024, las Fuerzas Armadas mexicanas enfrentaron un total de 5,914 agresiones armadas, resultando en 5,697 agresores muertos, 354 militares fallecidos y 47 civiles muertos.
Durante el gobierno de López Obrador, los enfrentamientos se redujeron a 1,419, una cifra significativamente menor en comparación con los 2,806 enfrentamientos registrados en el sexenio de Felipe Calderón y los 1,689 ocurridos durante la administración de Enrique Peña Nieto.
La política de "no agresión" implementada por la actual administración parece haber contribuido a una reducción en los fallecimientos y detenciones asociadas a enfrentamientos, de acuerdo con el observatorio.
Por ejemplo, el número de presuntos agresores fallecidos en enfrentamientos pasó de 3,368 durante el periodo 2007-2012 a 1,085 en el lapso de 2019 a 2024, lo que representa una disminución del 36.3%. De igual forma, las detenciones cayeron a 1,105, frente a las 2,754 del sexenio de Calderón.
Veracruz no solo destaca por la magnitud de la reducción, sino también por la forma en que esta se compara con otros estados clave.
Mientras que Tamaulipas registró una disminución del 44.8% en enfrentamientos armados y Guerrero del 62.1%, Veracruz logró reducirlos en un impactante 80.6%, liderando el descenso a nivel nacional.
El cambio coincide con un mayor despliegue militar en diversas regiones del país, pero no necesariamente con un incremento en los enfrentamientos.
Aunque las cifras de enfrentamientos armados han disminuido, otros indicadores de inseguridad revelan una realidad más compleja. Entre mayo de 2023 y mayo de 2024, el personal del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó 577 incidentes de seguridad mientras realizaba trabajo de campo.
De estos, 170 casos (29.5%) estuvieron relacionados con la presencia de grupos armados, seguidos por robos con violencia y amenazas.
El 81.2% de los incidentes relacionados con grupos armados ocurrieron en nueve entidades del país: Zacatecas (41), Chiapas (31), Sonora (17), Colima (13), Chihuahua (8), Quintana Roo (8), San Luis Potosí (8), Guanajuato (6) y Tabasco (6).
El dato sugiere que, aunque los enfrentamientos directos hayan disminuido, el control territorial por parte de grupos delictivos sigue siendo un problema latente, dificultando no solo el levantamiento de datos estadísticos, sino también la movilidad y seguridad de la población en ciertas regiones del país.
El diagnóstico de Signos Vitales lleva a cuestionar: ¿es sostenible esta tendencia? ¿Se está logrando a expensas de que autoridades locales cedan el control territorial a grupos delictivos? ¿Qué tan efectiva es la estrategia de "no agresión" en el largo plazo?
El periodo electoral 2023-2024 fue catalogado por diversas organizaciones civiles como el más violento en la historia reciente de México.
Hasta junio de 2024, la Guardia Nacional había recibido 86 solicitudes de protección por parte de candidatos y aspirantes a puestos de elección popular, mientras que los asesinatos de candidatos llegaron a cifras alarmantes, cercanas a los 200 casos.