Xalapa | 2025-03-18
Para algunas personas, la idea de salir los fines de semana no resulta atractiva. En lugar de asistir a reuniones o eventos sociales, prefieren quedarse en casa y disfrutar de actividades tranquilas como leer, cocinar o ver una película.
Esta elección, lejos de ser simple pereza o falta de interés en la vida social, tiene una explicación psicológica: se trata de una estrategia de autocuidado conocida como nesting.
El nesting es la práctica de permanecer en casa voluntariamente para descansar y recuperar energías tras una semana de actividades intensas. Según Erika Villavicencio Ayub, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM, esta tendencia ha cobrado fuerza en los últimos años debido a sus beneficios para la salud mental y física.
Las personas que optan por esta forma de descanso buscan reducir el estrés, mejorar su bienestar emocional y evitar el desgaste que implica la vida social frecuente. Además, quedarse en casa puede ayudar a regular las finanzas, ya que evita gastos innecesarios en restaurantes, bares o entretenimiento fuera del hogar.
Desde un enfoque psicológico, dedicar tiempo al descanso sin presiones externas permite una mejor gestión de emociones y ayuda a prevenir el agotamiento mental. Entre los principales beneficios del nesting destacan:
Si bien el nesting tiene múltiples ventajas, la experta advierte que el aislamiento excesivo puede generar efectos negativos. Pasar demasiado tiempo en casa sin socializar puede aumentar el riesgo de depresión y limitar las interacciones cara a cara.
Además, la falta de actividad física puede contribuir a un estilo de vida sedentario, lo que afecta la salud a largo plazo.
Por ello, Villavicencio recomienda encontrar un equilibrio entre el descanso y la conexión con el entorno. Practicar el nesting de manera consciente y moderada permite disfrutar de sus beneficios sin descuidar la actividad social y física. Un ambiente armonioso y organizado en casa también juega un papel clave en el bienestar emocional.