Tras la polémica generada por la decisión del Ayuntamiento de Xalapa, de derribar el árbol de la especie fícus ubicado a un costado del parque Juárez en el centro de la ciudad, alegando que el ejemplar presentaba un hongo, autoridades decidieron ‘remediar’ la situación.
Y es que la falta de un anuncio previo a la tala del enorme árbol causó que grupos ambientalistas exigieran a las autoridades una explicación, pues coincidió con el derribo de varios árboles en diversas zonas de la ciudad, situación que lamentablemente parece continuará.
Ahora, se decidió sembrar una especie que, según especialistas, es endémica de la región y que esperan logre adaptarse al entorno urbano de Xalapa.
Se trata de una ejemplar de la especie Oreomunnea mexicana, llamada comúnmente palo de Zopilote; este árbol, de la familia de las Juglandáceas, puede alcanzar una altura de hasta 40 metros y un ancho de hasta 105 centímetros.
Su tronco es recto y sus ramas son delgadas; su etapa de florecimiento es entre febrero y marzo, además que produce frutos que se dan entre los meses de octubre y diciembre, los cuales pueden servir de alimento a la fauna del lugar.
La altitud ideal para su crecimiento es de entre mil 800 y hasta dos mil 800 metros sobre el nivel del mar, y el bosque de niebla es uno de los lugares ideales para su desarrollo, además que es un árbol maderable, y apropiado para zonas donde haya planes de reforestación.
El palo de zopilote puede encontrase en otras zonas del país como Chiapas y Oaxaca, además de países de Centroamérica y el Caribe como Belice, Costa Rica, Guatemala, Nicaragua y Panamá.
El palo de zopilote está considerado como una especie amenazada principalmente por el cambio climático, pues las condiciones de calor y sequía no son las óptimas para su desarrollo.
Tal vez sea un dato que haya que tener muy presente, pues Xalapa ha mostrado un cambio anormal en sus temperaturas, llegando a presentar largas temporadas de calor y ambientes extremadamente secos.