Menor afluencia registró este domingo la Catedral Metropolitana de Xalapa ante la pandemia de COVID-19, durante la misa presidida por el arzobispo Hipólito Reyes Larios quien aseguró que, "el miedo no anda en burro”.
Durante el sermón dirigido a los feligreses, dio a conocer el comunicado del Decanato, donde exponen su preocupación por la pandemia, por lo que se suspenden las reuniones de grupo, aunque las eucaristías no han sido suspendidas dijo que se podrían cancelar, en cuanto se agrave la situación.
“Creemos que las personas necesitan salud de alma y cuerpo, la salud del cuerpo se las otorga principalmente la medicina, los enfermeros, los médicos, también los hospitales y los familiares, también ahí colabora la Iglesia y la salud del alma nos toca a los psicólogos y principalmente a nosotros que damos la fe, en la religión, eso tenemos que cuidarlo y atenderlos”, dijo.
Aunque no han sido tajantes con las mismas agregó que, a partir de este lunes el Gobierno del Estado indica que empieza la segunda fase de la pandemia, por lo que es necesario el sano distanciamiento, y que no salgan de sus hogares si no es necesario.
El prelado llamó a la grey católica activar mucho la vida espiritual en los hogares entre, familia, y fomentar la oración.
Así, recordó que en 1923 a 1926 hubo cierre de templos por la persecución religiosa y en Veracruz fue hasta 1937, por lo que no es tan atípico, pues cuando es necesario se tiene que recurrir a la oración en casa.
“Esta semana todas las diócesis del mundo, país y de aquí, no cerrarán los templos, pero no van a convocar a la gente, nos piden que no hagamos eventos masivos y cierta distancia entre personas, porque el COVID-19 se propaga por el contacto”, dijo.
Reyes Larios exhortó a cuidar a las personas de la tercera edad y a los niños, aunque aclaró también se han dado casos de fallecimientos de jóvenes, además de que el sistema de salud pública no tiene recursos suficientes para atender una contingencia por lo que llamó a la prudencia.