En Xalapa, un tratamiento estético terminó en tragedia para Carlos Augusto García, quien falleció tras someterse a una cirugía en un Centro Quirúrgico Ambulatorio.
Juan Luis Guzmán Escobar, abogado de la familia, denunció que la muerte de García se debió a negligencia médica y al incumplimiento de las normativas sanitarias por parte del centro y el cirujano involucrado.
El 21 de febrero de 2021, Carlos Augusto García acudió a una cirugía estética que, en lugar de realizarse en un hospital, se realizó en un Centro Quirúrgico Ambulatorio, una instalación que, según Guzmán Escobar, no estaba autorizada para intervenciones de este tipo.
Guzmán Escobar expuso que el centro quirúrgico no contaba con la licencia sanitaria especial que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) exige para realizar cirugías estéticas, plásticas y reconstructivas.
Según aseveró, los centros ambulatorios están diseñados para procedimientos menores: tratar una lesión en la rodilla o remover un quiste, y no para cirugías de mayor envergadura.
De acuerdo con él, el representante legal o administrador lo que hace es rentarle al cirujano plástico que se llama Rodolfo N.
Tras la muerte de Carlos Augusto García, la Comisión de Arbitraje Médico determinó que hubo negligencia y mala praxis en el procedimiento.
Este señalamiento fue esencial para que la Fiscalía avanzara con la denuncia por homicidio presentada por la familia en 2022.
Además de acusar al cirujano Rodolfo N., la denuncia también incluye a su esposa, quien se presentaba como cirujana estética sin la debida acreditación.