El Parque de los Tecajetes es un lugar que guarda toda una historia diferente a lo que hoy en día se conoce. Antes de convertirse en una estancia, fueron extensos arenales, que llegaban a cubrir parte de la avenida Manuel Ávila Camacho hasta el Hotel Xalapa. ¿Lo recuerdas?
En algunos puntos, se encontraban espacios fértiles, donde los habitantes aprovechaban para sembrar hortalizas, de hecho, una historia muy sonada es la de un chino que cultivaba varios tipos de vegetales allí, pues se veía beneficiado por las abundantes aguas de manantial y que curiosamente, el pueblo llamaba "Chorro poblano del Tecajete".
Por la forma hondonada que tiene el parque (en forma de tecajete) las autoridades construyeron un zoológico que durante un tiempo fue una gran atracción, pero ya no existe, después de este espacio, se reconstruyó totalmente a como hoy lo conocemos, con una instalación de fuentes, juegos infantiles, una pista de patinaje y áreas para hacer ejercicio.
También se puede encontrar una variedad de peces multicolores, un foro para presentaciones de artistas urbanos, paseos con veredas atascadas de exhuberante vegetación, espacios adecuados para disfrutar de un 'pic nic' con asadores a disposición.
Además de sus amplios jardines, es el lugar ideal para relajarse, hacer yoga o leer un libro.
Por todo lo anterior, este parque se ha convertido en un desestrés de fin de semana para las familias xalapeñas.
Ocupa casi tres hectáreas y fue construido con la intención de conservar la flora endémica del área, catalogada como bosque de niebla.
Aquí se encuentra el manantial que le dio nombre al parque y que sirvió para llevar a Xalapa la primera red de agua potable, cuya corriente fue aprovechada para crear estanques y canales que serpentean entre espacios verdes, plenos de vegetación y adornados con esculturas.
En Los Tecajetes las familias pueden descansar a la sombra de los árboles, con un lindo paisaje, mientras los más pequeños juegan en los columpios, resbaladillas o en las canchas.
¡No dudes en visitarlo!