Los abogados del exfiscal general del Estado, Jorge N, obtuvieron un amparo, para que el Juez de Control que lleva su caso en Pacho Viejo resuelva si está en condiciones de continuar con el caso o, en su defecto, trasladarlo a uno en Almoloya, Estado de México.
Cabe precisar, que es en el Centro Federal de Readaptación Social número 1, con sede en el Estado de México, donde se encuentra recluido el exfiscal, y sus abogados han solicitado que sea con juez de ese lugar donde se continúe el proceso en su contra por el delito de desaparición forzada de persona.
“No corresponde a este Juzgado determinar la autoridad que debe seguir conociendo del asunto, pues hacerlo implicaría sustituir en las facultades que son exclusivas de la autoridad responsable, que es a quien corresponde hacer el pronunciamiento respectivo”, dice parte del resolutivo.
Y agrega “en tanto que a los órganos de control constitucional sólo les compete determinar si el acto reclamado es inconstitucional o no y, en modo alguno, subsanarlo, corregirlo o mejorarlo, ya que ello corresponde a la autoridad de instancia en ejercicio pleno de su jurisdicción”.
En ese sentido el juez federal resolvió ordenar al Juez de Control de Pacho Viejo, que lleva el caso en contra de Jorge N, decidir si va continuar o no con la tutela de ese asunto, caso contrario, sería trasladado ante un juez de control en el Estado de México.
Sin embargo, dentro de los argumentos para el traslado del exfiscal se estableció que tras el análisis criminológico correspondiente, se desprende que Jorge N es una persona privada de su libertad que constituye un grado medio en términos de nivel de riesgo institucional.
“Por lo tanto, criminológicamente, se sugiere su traslado a un Centro de Reinserción Social que cumpla con los medios necesarios para que garantice su seguridad, en virtud de que esta institución penitenciaria no cuenta con las medidas de alojo necesarias para el debido al control y manejo”, expuso en su momento el Juez de Control de Pacho Viejo.
Y justificó que se busca salvaguardar su integridad física, “ya que de permanecer dentro de este Cereso, es muy probable que el resto de la población penitenciaria pueda pretender atentar en contra de la vida del antes mencionado o que exista cierta tensión con el resto de la población”.