Es una realidad, Xalapa ya no tiene agua para abastecer a sus casi 500 mil pobladores. La deforestación, la sequía, la sobrepoblación y la falta de infraestructura son sólo algunos de los factores por los cuales dejó de haber agua todos los días.
“Es una de las épocas más difíciles del año y a esto hay que sumarle lo que está pasando y que tiene que ver directamente con los efectos del calentamiento global”, opina al respecto Alejandro de la Madrid Trueba, presidente de la Fundación Salvemos el Agua.
El problema de agua en la capital veracruzana viene desde sus principales cuencas abastecedoras. Estas son: Río Pixquiac (38% - 560 litros por segundo); Río Huitzilapan (58% - mil litros por segundo); y los manantiales de El Castillo (4% - 60 litros por segundo).
Pero las fuentes se secan y los especialistas afirman que en la última década los tandeos se han prolongado y van más allá de los días establecidos en los calendarios.
Esto provoca que ya no garanticen una distribución equitativa del servicio entre la población que sigue en aumento.
“Definitivamente aumentó el número de tomas de agua de manera exponencial, ya se estaría casi superando las 175 mil tomas. Ha subido demasiado el número de usuarios, hay muchas colonias nuevas, muchas casas habitación”.
La población de Xalapa se ha triplicado en los últimos 30 años, la mancha urbana unió a la ciudad con municipios como Banderilla, Emiliano Zapata y San Andrés Tlalnelhuayocan.
Aunque estas demarcaciones también presentan un desabasto serio justo cuando la escasez de agua se agrava en la capital.
“No llega más agua, al contrario, cada día llega menos de la que llegaba antes, el tema es que ahora hay que repartir esa agua con los nuevos miles de usuarios”, agregó Alejandro de la Madrid.