La violencia familiar consiste en una serie de actos de control o agresión ya sea física, psicológica, sexual, patrimonial, económica o contra los derechos reproductivos entre personas que tienen un vínculo familiar, una relación matrimonial o de pareja o entre personas que hayan tenido una relación previamente, explicó la abogada, Alejandra Monserrat Espinosa Martínez, miembro activo de Nova Iustitia, círculo de abogados respaldado por la Federación Mexicana de Colegios de Abogados.
“Las víctimas, en su mayoría mujeres, pueden denunciar en cualquier agencia del Ministerio Público, si es una situación de urgencia, pueden llamar al 911 para que la policía la auxilie y la canalice a la agencia del ministerio público a realizar la denuncia. En caso de que la víctima acuda a un refugio, el personal del mismo puede apoyarla a presentar la denuncia”, explicó.
Indicó que cuando se acude a denunciar, el ministerio público abrirá una “carpeta de investigación”, que es un registro en donde incluirá su testimonio, el cómo sucedió el delito, quiénes son los probables responsables y toda la información que ayude a que se dé con la o las personas responsables.
“Se le pedirá a la víctima que narre cómo sucedieron los hechos. También pueden buscar apoyo en refugios a través de los Centros de Justicia para la Mujer, los Institutos Estatales de las Mujeres o las Secretarías de la Mujer y, a nivel nacional, a través del Instituto Nacional de las Mujeres o en refugios de organizaciones y asociaciones civiles”, detalló.
Indicó que al momento de presentar la denuncia, es necesario presentar una identificación oficial y aportar pruebas de la agresión.
“En caso de que la víctima cuente con videos o grabaciones donde se muestre la agresión sufrida, pueden llevarlas en una memoria USB o en un disco (CD). Si la víctima cuenta con mensajes de texto en donde se evidencie que la persona la amenazó también se suman a las pruebas de la agresión”, explicó.
La especialista afirmó que los integrantes de la familia tienen derecho a que los demás miembros les respeten su integridad física y psíquica, con objeto de contribuir a su sano desarrollo para su plena incorporación y participación en el núcleo social. Para tal efecto contará con la asistencia y protección de las instituciones legalmente constituidas.
“Los integrantes de la familia están obligados a evitar conductas que generen violencia familiar que se define como el uso de la fuerza física o moral que, de manera reiterada ejerce hacia sus parientes, cónyuge, concubina o concubinario en contra de su integridad física, psíquica o ambas, independientemente de que pueda producir o no lesiones, siempre y cuando el agresor y el agredido habiten en el mismo domicilio”.
Aseguró que en los casos de violencia familiar, a solicitud de la parte agraviada o de quien realmente la represente, podrá decretarse el depósito de personas.
“Lamentablemente la falta de capacitación en el personal de gobierno sobre estos temas deja mucho que desear. Tanto que en varias ocasiones las víctimas prefieren desistir de su denuncia o inclusive, la propia autoridad les ponen muchas trabas, en vez de guiar en el proceso administrativo”, manifestó.
Lamentó que a esto se suma la falta de capacitación moral para estos temas ya que luego el carácter y malos tratos del personal administrativo influye mucho sobre la víctima
“No muchos se atreven a hablar que sufren de violencia familiar, luego menos a poner una denuncia formal para que encima se encuentren con personal que no cuenta con la capacitación requerida para manejar estos temas, mientras la víctima está en un momento crucial, esto puede definir mucho el sentido que vaya a tomar todo”, aseveró.
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