A lo largo de los años se ha hablado de que no es recomendable consumir mariscos en los meses sin R, es decir, los meses de mayo a agosto, ya que hace más calor y esto hace que se descompongan más rápido los alimentos. Esto es totalmente falso.
Muchas especies marinas inician su etapa de reproducción en esos meses del año, es por eso que se debe evitar la ingesta de mariscos, ya que entran en periodo de veda.
Los mariscos, al igual que las frutas y verduras, son alimentos de temporada, es por ello que se debe variar en su consumo a lo largo del año.
Existen tres tipos de veda en México, las cuales varían en las especies marinas. Estas son la veda temporal, veda temporal fija y la veda permanente.
En la primera se establece por un periodo definido y se actualiza cada año dependiendo a la demanda y sobreexplotación de las especies como el bagre, bobo, charal, langostino, lobina, pescado blanco y tilapia.
Para la segunda también se tiene un periodo definido, el cual se mantiene fijo todos los años. En esta entra la almeja, atún, camarón, erizo rojo, jaiba, langosta, ostión, pulpo y robalos.
Por último, la veda permanente: En esta entran los que no se pueden pescar de manera permanente en todo el año; aquí destacan las ballenas, caracoles, coral blanco, delfín nariz de botella, tortugas marinas, vaquita marina, y tiburón blanco.
Al no consumir mariscos durante épocas de veda se ayuda a la protección del ciclo de vida de las especies, así como de las que están en peligro de extinción; de igual manera se evita contraer alguna enfermedad por consumir mariscos fuera de temporada.
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