Una comitiva de la Diócesis de Veracruz, encabezada por el obispo Carlos Briseño Arch, viajó a la Ciudad de México para visitar a la casa de la Virgen de Guadalupe y pedirle por todos sus hijos para que estén bien, sobre todo en los momentos difíciles.
Por ello no ofició la misa dominical como suele hacerlo, porque ya estaba programado el viaje al Altiplano.
El párroco de la Catedral de Veracruz, Aurelio Mojica Limón, explicó que cada año todas las diócesis del país hacen esa visita a la Villa de Guadalupe y a la morenita del Tepeyac.
La Diócesis de Veracruz suele hacerlo en mayo de cada año entre el 15 y 20 de mayo, allá en su casa, en el espacio que ella eligió para que se le construyera.
"Se trata de ir a presentar a Nuestra Señora de Guadalupe todas las intenciones de nuestra Diócesis, súplicas, recordando aquello que ella misma nos dijo, que quería aquella casita, donde todos los habitantes fuéramos y le presentáramos esas súplicas, que sabemos que ella intercede por nosotros y además que protege a nuestro país, a nuestra nación de todas las situaciones que se han vivido y se siguen viviendo.
"Tenemos una gran intercesora, nuestra Madre, la Santísima Virgen María en la advocación de nuestra Señora de Guadalupe, como se ha presentado aquí. Por eso se va a pedir, a suplicar su intercesión y a presentarle intenciones también de parte de nuestra Diócesis", explicó Mojica Limón.
Dijo que regularmente se pide por la paz, se pide por las familias, se pide por los enfermos, se pide por los necesitados, aquéllos que están pasando por alguna pena moral muy en especial, y todo los planes y proyectos que tiene la Diócesis, el obispo, el presbiterio, para seguir con la evangelización y sobre todo, en estos 60 años de la Diócesis es presentar de gracias por estos 60 años y por esos 500 años que vienen precisamente donde por aquí entraron los primeros evangelizadores", subrayó Mojica Limón.
Foto: Heladio Castro.
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