A raíz de la publicación que se expuso en esta sección recientemente, referente a la colonia Las Bajadas, habitantes inconformes continuaron pidiendo seguimiento a este caso que, desde hace muchos años, ha sido el más solicitado por ellos mismos, ya que sus calles sufren daños colaterales hasta del cambio climático... literalmente.
El llamado que se aúna al ya mencionado, surge desde las arterias contiguas a la base donde se "guardan" los camiones de la ruta Pochota, las cuales están severamente fracturadas al no contar con su correcta pavimentación en cada una de las calles.
De hecho, no sólo a mis carnales de Las Bajadas les toca sufrir esta cuestión, ya que los jarochos cercanos a fraccionamientos como Albatros, comparten la queja. Este caso en particular es aún más curioso, ya que esta zona cuenta con pavimentación, pero el descuido de las autoridades le ha dejado una huella significativa de baches, socavones y fugas.
Sin embargo, Las Bajadas es una de las colonias que mayor fragilidad ha manifestado en estos últimos años, y sus calles, terrenos baldíos, la acumulación de basura en estos, y la inseguridad, son las manchas en el extenso historial de quejas que de aquí emanan.
Entre largos y deformes charcos que generan baches, así como la basura que se apodera de las guarniciones y ciertos terrenos descuidados, la colonia se va cubriendo con diversos escenarios lúgubres, los cuales se reproducen aceleradamente conforme transcurren las semanas.
Y a propósito de "escenarios lúgubres", hay una sección de esta zona en la que los vecinos no están seguros si dirigir su mensaje a las autoridades, ya que en varias cuadras de la colonia hay domicilios abandonados donde se desconoce si son de carácter privado.
Pero al interior de estos, ocurre lo que comúnmente sucede cuando son señalados terrenos descuidados. Basura, maleza, desechos animales y fisiológicos, así como la banda malandra, son factores que incrementan la inseguridad en los alrededores, además de ser considerados enormes focos de infección para los colonos.
Por otra parte, y a escasos metros de los terrenos, está la zona donde circulan los vehículos de las inmediaciones, incluyendo a los camiones de pasaje, quienes deben rifarse para no quedar atorados en el "pantano" que se forma a la orilla de la arteria.
Asimismo, los cráteres gigantes se apoderan de inmediato de este punto, generando obstáculos canijos para quienes frecuentan el tramo. Inclusive se deforma la calle a tal grado de convertirse hasta en una suerte de "camino" para que se aloje el agua pluvial.
Sin embargo, esta situación no la toman "a la ligera" los colonos, ya que sienten padecer del mismo problema, indignados por cómo las autoridades competentes ignoran por completo sus múltiples solicitudes al respecto y que mes con mes denuncian.
Por ello, es preciso hacer el llamado a la flota del Ayuntamiento de Veracruz para que le eche una mano a mis carnales de Las Bajadas, que por años han requerido de sus servicios, teniendo como objetivo primordial la dignificación de sus calles, al igual que de sus servicios básicos. Contamos con ustedes, autoridad municipal porteña, ¡manos a la obra!
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