La pandemia del Covid, aparentemente ya en retirada, no es la única que ha puesto de cabeza al mundo y también a Veracruz.
Tampoco la influenza española, pues hubo otra hace un siglo, de cuyo brote se culpó a las ratas y al ambiente de insalubridad que imperaba en aquellos tiempos en que no existía la misma noción de limpieza y salubridad que ahora en todos los órdenes de la vida.
Se trató de la peste bubónica, causada por las ratas en los primeros años del siglo 20, a la que también se le conocía como peste negra.
A la ciudad de Veracruz llegó inexorablemente por su posición de puerto marítimo al que se accedía por barco, que era el principal medio de transporte en esa época, señala Miguel Salvador Rodríguez Azueta, presidente de la Fundación de la Crónica de Veracruz (Fundacrover).
Recuerda que en 1920, en los últimos días del invierno, en los muelles de Veracruz atracó un buque procedente de Nueva Orleans, Estados Unidos, en el que además de humanos también viajaban ratas que trajeron la peste bubónica.
Se habría registrado en el Hospital de la Beneficencia Española y lo identificó el médico Mauro Loyo.
Y los contagios aumentaron y aumentaron, pero como en aquellos tiempos no existían los mecanismos de control de hoy, es difícil establecer cifras precisas.
Se impuso una cuarentena que a nadie agradó y a todos asustó por la serie de leyendas urbanas que desembocaron en una persecución feroz contra los roedores.
La colectividad no tardó en estallar contra las medidas, encerrada entre cuatro paredes, sin empleo, con escasez de alimentos y un desconocimiento total de los cuidados y prevenciones sanitarias.
El gobierno federal de la época encargó al médico Octaviano González Fabela atender la situación.
Las medidas fueron:
Una ciudad declarada en cuarentena supervisada por soldados fue la estampa del Veracruz.
Rodríguez Azueta destacó que la condición de puerto de Veracruz influía para ser vulnerable a epidemias cuyo efecto no sólo era en la salud, sino en la economía y en el desarrollo.
El Universal informaba en su nota de primera plana que por disposición del Consejo de Salubridad, el puerto de Veracruz quedaba aislado del resto del país a partir del 31 de mayo de aquel 1920. Se preparaba una vacuna de forma activa.