Un avión de la Fuerza Aérea de Estados Unidos fue detectado sobrevolando el Golfo de California, región clave en el mapa del narcotráfico en México y de inmediato generó debate respecto a si se trata de un avión espía contra el narco.
La aeronave, identificada como un Boeing RC-135V Rivet Joint, fue monitoreada por plataformas de rastreo aéreo como FlightRadar, lo que desató especulaciones sobre su misión.
La Fuerza Aérea de Estados Unidos describe a este modelo como un avanzado sistema de recolección y análisis de inteligencia en tiempo real. Su presencia en la zona ha generado cuestionamientos sobre si estaba realizando tareas de inteligencia relacionadas con el crimen organizado en México.
El vuelo del RC-135V fue reportado inicialmente en redes sociales y confirmado por plataformas de rastreo. Según los datos obtenidos, la aeronave fue detectada a las 16:50 horas sobrevolando el Golfo de California, específicamente frente a las costas de Sinaloa y Baja California Sur.
Autoridades mexicanas aseguraron que el avión en ningún momento ingresó al espacio aéreo nacional, pues operaba en aguas internacionales. El Centro de Control de Área Mazatlán confirmó a las 13:41 horas que la aeronave se encontraba a 83 kilómetros al suroeste de Cabo San Lucas, fuera del límite territorial mexicano.
La presencia de un avión con tecnología avanzada en recolección de datos e intercepción de comunicaciones ha despertado especulaciones sobre posibles operaciones de inteligencia dirigidas contra líderes del narcotráfico.
El RC-135V Rivet Joint es conocido por su capacidad para identificar y geolocalizar señales en todo el espectro electromagnético.
La flota de aviones RC-135V tiene un largo historial en misiones de reconocimiento desde la Guerra de Vietnam hasta conflictos recientes en Medio Oriente. Equipados con avanzados sistemas de vigilancia electrónica, estos aviones pueden recopilar información clave para las agencias de inteligencia de Estados Unidos.
Operados por la Base Aérea Offutt en Nebraska, estos aviones han sido desplegados en diversas zonas de conflicto y regiones de interés estratégico.
Su presencia en el Golfo de California podría estar ligada a una operación de monitoreo de redes criminales en México, aunque el gobierno estadounidense no ha confirmado detalles al respecto.