A principio de junio de 2010, en Coatzacoalcos se descubrió el escalofriante asesinato de una mujer embarazada, a quien le sustrajeron a su bebé para venderlo en 500 mil pesos, según declaró en ese momento uno de los detenidos.
Por este hecho fueron capturados dos mujeres y dos hombres que confesaron su crimen.
Los detenidos fueron el obrero Omar Matías Arias, de 30 años de edad; su mujer Rosa María Alejandro Cortes, de 33 años; la vecina de ellos Mélida Morales Burelos, de 58 años, quien dijo ser originaria de Villahermosa, Tabasco y el hijo de ésta última, Héctor Alcida Rubio Morales, de 22 años.
La comandancia de la AVI en Coatzacoalcos informó que fue una llamada anónima, que denunciaba que una mujer había sido sepultada en el patio posterior de una casa en la colonia Villas del Sur.
El lugar fue inspeccionado por un grupo de elementos de la AVI, que descubrió que efectivamente se encontraba semienterrado el cuerpo de una mujer.
Los medios informativos dieron cuenta en ese momento, que en la vivienda se encontró el individuo Omar Matías Arias, quien al ser interrogado con relación al cuerpo hallado en el patio de su casa, mostró su nerviosismo y terminó por confesar que desde hace aproximadamente 3 meses junto con la señora Mélida Morales Burelo de 58 años de edad y su esposa Rosa María Alejandro Cortés, planearon asesinar a la joven Alicia Ramos Blanco de 17 años de edad, para robarle a su hijo, al enterarse que estaba embarazada y que en próximas fechas daría a luz.
Hicieron creer a su víctima que eran miembros de una asociación civil que se encargaba de ayudar a la mujeres embarazadas que fueran madres solteras, por lo que con engaños, la llevaron a su casa.
Supuestamente le practicarían unos exámenes, por lo que la acostaron sobre una pequeña cama, donde Mélida y su concubina la sujetaron para que él pudiera abrirle el abdomen con una navaja de afeitar y extraer de su vientre el producto que estaba a punto de nacer.
Dijo Omar Matías que con anterioridad su mujer simuló estar embarazada con la intención de hacer creer a las autoridades que el bebé era suyo y poder venderlo en medio millón de pesos.
La joven mujer murió desangrada por lo que decidieron ocultar su cuerpo en la parte posterior de la casa, donde luego de cavar una fosa el presunto asesino, junto con su cuñado Héctor Alcides Rubio Morales, guardaron el cuerpo en dos bolsas de plástico y lo sepultaron.
A Rosa María fue a quien le encontraron el bebé que le sustrajeron a la joven; un bebé en aparente perfectas condiciones.
Alicia Ramos había sido reportada como desaparecida por su esposo Mauricio Tuil Jiménez, quien mencionó que ella le hizo saber que acudiría a visitar a unas personas que la ayudarían con lo de su embarazo.