La Mara Salvatrucha (abreviado como MS, Mara, y MS-13) se ha infiltrado en Coatzacoalcos, amenazando con instalar en varias colonias de la ciudad su ‘franquicia criminal’. Uno de sus líderes ha sido identificado como Lucifer. No sería el único, de acuerdo a la forma de organización jerárquica de la pandilla.
La situación de secuestros en la ruta Atlántica mexicana, que atraviesa los estados de Tabasco y Veracruz, es la más crítica, y tiene los puntos donde con mayor normalidad se dieron los secuestros de migrantes: Coatzacoalcos o Tenosique.
Los supuestos maras habrían reclutado a venezolanos, hondureños, salvadoreños para sus actividades delictivas en Coatzacoalcos.
El secuestro de migrantes, asaltos y extorsión se han convertido en su principal fuente de ingresos en Veracruz. Su poder delincuencial ha ido creciendo gradualmente, sin que las autoridades les hayan combatido desde su irrupción.
Aunque la zona está concesionada a la Secretaría de Marina, no hay vigilancia por parte de las corporaciones y las pandillas aprovechan para extorsionar o secuestrar migrantes.
Ciudadanos afectados por la presencia silenciosa de los maras indicaron que los pandilleros tienen hasta casa de seguridad en Coatzacoalcos.
Aunque los reportes periodísticos dan por reciente su irrupción en el sur del estado, desde poco después del año 2000 se detectó su presencia en Veracruz, en poblaciones como Coatzacoalcos y Cosoleacaque, en muchos casos reclutados por grupos del crimen organizado como Los Zetas y, posteriormente, los kaibiles desertores de Guatemala que engrosaron las filas del narco mexicano.
“La gente ha dejado de llegar a Tenosique y Coatzacoalcos y se han trasladado aquí al Istmo, en Oaxaca, porque Los Zetas estaban haciendo demasiadas barbaridades por aquel lado. ¿Pues qué crees? Que ya Los Zetas se vinieron con todo para aquí, en busca de su mercancía”, reveló en 2010 el padre Alejandro Solalinde.
Y ya no se fueron desde entonces, manteniendo perfil bajo por un tiempo y en varios casos colaborando o prestando sus servicios para grupos del crimen organizado.
Para el director del Observatorio Ciudadano, Renato Riveroll Rivera, no hay ningún antecedente al respecto. Los datos históricos reflejan otra situación.
“Creo que apenas estamos conociéndolo. Hay que diseñar estrategias en conjunto la sociedad y autoridades porque hay gente buena y mala y para que no crezca”, dijo.
Vecinos denunciaron que pese a pedir ayuda la policía veracruzana nunca llega, lo que les hace pensar en que el poder corruptor de los pandilleros extranjeros ya alcanzó a los cuerpos policiales.
La pandilla mantiene una base de operaciones que utiliza para almacenar machetes y coordinar sus actividades.
Se ha observado a los miembros del MS 13 patrullando las vías del tren, atacando a migrantes y despojándolos de sus pertenencias.
En la última semana, al menos cinco personas, incluidos indocumentados que buscan cruzar la frontera, han resultado heridas en estos ataques violentos.
Renato Riveroll Rivera instó a tomar medidas inmediatas para abordar la amenaza representada por la MS 13.
Su llamado se centró en la Policía Estatal y la Guardia Nacional, con el objetivo de intensificar los patrullajes y abordar la situación antes de que se convierta en un desafío más complejo, involucrando a la delincuencia organizada a nivel transnacional.
DISEÑO ILUSTRATIVO: IMAGEN DEL GOLFO.