El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) no ha dado señales de contener su expansión. Golpes y pugnas internas de otras organizaciones rivales le han dado mayores oportunidades para apoderarse de economías criminales, reveló un informe de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
El mayor dominio criminal del cártel se limita a Jalisco, Nayarit y Colima, al puerto de Lázaro Cárdenas en Michoacán, Veracruz y a la zona de robo de petróleo en Guanajuato, Puebla, Querétaro e Hidalgo.
Además de su presencia en México, se sabe que el cártel tiene contactos en el extranjero: Colombia, Perú, Bolivia, Centroamérica, Estados Unidos, Canadá, Australia y el sureste asiático, conexiones que usa para el tráfico de mariguana, cocaína y drogas sintéticas.
La agrupación delictiva que lidera Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, se ha expandido con rapidez, y desde 2020 ha logrado tener algún grado de presencia en todos los estados del país, con excepción de algunas zonas en Sinaloa y el llamado Triángulo Dorado de la heroína que abarca territorio sinaloense, Durango y Chihuahua.
Así lo detalla un informe enviado por correo electrónico por el Oficial de Enlace del Comando Norte de Estados Unidos, el teniente coronel de Infantería de Estado Mayor, Óscar Hernández Reyes, y dado a conocer por los hacktivistas de Guacamaya, informó Milenio.
Hoy en día, los principales rivales y aliados del CJNG son grupos pequeños que surgieron de la atomización de los grandes cárteles o que se formaron alrededor de nuevas economías criminales, detalló el militar.
En ocasiones, estos grupos le han ayudado al CJNG a ingresar a nuevos territorios. En Tijuana, por ejemplo, el cártel presuntamente se alió con remanentes del desintegrado Cártel de Tijuana y formó una alianza llamada Cártel Tijuana Nueva Generación. En Ciudad Juárez, Chihuahua, presuntamente alió con una fracción del Cártel de Juárez.
El cártel tuvo como misión inicial combatir a Los Zetas en el estado de Veracruz, con la ayuda de Los Matazetas. El grupo se atribuyó la autoría de la masacre de 35 personas en Veracruz en 2011, y un mes después las autoridades descubrieron los cuerpos de otras 30 presuntas víctimas del grupo.