Lamentablemente, en México, las condiciones económicas obligan a muchas personas a recurrir a más de un empleo para poder solventar todos sus gastos; esta situación es conocida como ‘pluriempleo’ y es más común de lo que parece. La verdadera pregunta es: ¿esta práctica es viable y legal?
En el caso de la viabilidad, depende de la capacidad de la persona para adaptarse y organizar sus tiempos para cumplir con sus actividades; en cuanto a lo legal, hay que saber qué dice la Ley Federal del Trabajo (LFT).
Y es que tener más de un trabajo implica mayores obligaciones para el trabajador: para empezar, es esencial que se informe a los patrones que se están desempeñando actividades en otra empresa, y se debe procurar no descuidar las responsabilidades que se tienen en cada una.
Otro aspecto a considerar es lo que se cotiza al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); aún cuando se perciben ingresos de más de una empresa, los registros de ambos empleos pueden aparecer como uno solo en el sistema del trabajador, de acuerdo con el instituto, y al sumarse los salarios, pueden incrementar las cuotas obrero-patronales a las que se les aplica descuento.
Por parte del SAT, se sabe que el Impuesto Sobre la Renta (ISR) apunta que aquellos con ingresos anuales inferiores a 400 mil pesos deben asumir responsabilidades tributarias.
Por lo general, el patrón es quien realiza las retenciones del ISR y efectúa las declaraciones ante el SAT, pero cuando el trabajador tiene más de un empleo, no sólo debe de informar de su situación al organismo, sino que en él recae la obligación de presentar las declaraciones mensuales y anuales.
Es responsabilidad del trabajador solicitar a sus patrones las constancias de retenciones y percepciones para poder efectuar las declaraciones pertinentes; también se debe tomar en cuenta que la suma de los salarios puede modificar las obligaciones fiscales y los derechos y beneficios en el sistema de seguridad social.
Lo anterior dicho refiere a lo legal, sin embargo, también es importante considerar lo personal.
Tener más de un empleo claramente otorga beneficios como una mayor solvencia económica, pero también puede influir negativamente en la salud mental del individuo, pues la doble jornada laboral podría dejar poco tiempo en el día para los cuidados personales y relaciones interpersonales.
El único caso en que a una persona se le podría impedir tener dos trabajos, es que su contrato establezca alguna cláusula de no competencia, comunes en empleos especializados de alto nivel, y que usualmente aplican entre empresas competidoras o de la misma industria.
Fuera de eso, queda a consideración de cada quien el recurrir a esta modalidad, que generalmente se da porque la situación económica lo demanda.