En una realidad actual marcada por la elevada inflación, tasas de interés altas y una actividad económica que se encuentra saliendo de los efectos y niveles pre pandemia, BBVA identificó dos predisposiciones al interior del sistema financiero mexicano: por un lado, la reducción de las fuentes de financiamiento y, en menor escala, la reactivación del uso de este financiamiento por parte del sector privado principalmente, vía el crédito bancario. Las transacciones con tarjetas de débito y crédito son las que más contribuyen al crédito al consumo.
El economista en jefe de BBVA México, Carlos Serrano, dio a conocer el informe Situación Banca correspondiente al segundo semestre del 2022, allí exhibió que, si bien la banca mexicana continúa con niveles elevados de firmeza y se va recobrando con eficacia, luego de los efectos de la pandemia por COVID-19, todavía no logra recuperarse completamente.
Además, argumentó que las transacciones con tarjetas de débito y crédito han sido las que más contribuyeron al crédito al consumo durante el año.
Por otro lado, rememoró que como derivación de la crisis sanitaria y el aislamiento hubo mayor posibilidad de ahorro por parte de los usuarios de la banca, pero en el último año se ha observado que esos recursos disminuyeron, por lo que, en el 2023, la falta de esos recursos representará un desafío para el consumo.
El economista, resaltó que las demoras en la recuperación del crédito se dan principalmente, por el descenso en los créditos destinados a las empresas. Serrano, relató también que el saldo promedio entre enero y septiembre del 22 es todavía 6.3 % menor en términos reales al del 2019; ya que se encuentra en un 10.2 % por debajo de su nivel del 2019.
Por último, agregó que, en los casos de los créditos a hogares y préstamos personales online, prácticamente ya se han recobrado y recuperado, debido a que únicamente está 0.2 % por debajo de su nivel pre pandemia. En promedio, entre enero y septiembre, el crédito al sector privado no financiero creció 1.4 %.