El senador Miguel Ángel Yunes Márquez confirmó su voto a favor de la reforma judicial, a pesar de los gritos de "traidor" provenientes de sus compañeros de partido tras reincorporarse a su escaño en el Senado.
Durante la sesión, Yunes Márquez argumentó que su decisión responde a sus principios, descartando que la reforma conlleve el riesgo de una dictadura.
Luego de que la semana pasada circuló un video en el que expresaba su intención de votar en contra de los cambios propuestos a la Constitución, en su intervención en el pleno afirmó: "No traiciona quien actúa de acuerdo con sus principios".
"En la decisión más difícil de mi vida he determinado dar mi voto a favor del dictamen para crear un nuevo modelo de impartición en la justicia", sostuvo Yunes Márquez, al justificar su cambio de postura.
Al concluir su discurso, el legislador señaló: "Se requiere más valor para ir en contra de la corriente que montarse en ella. El tiempo dirá".
En su discurso, el panista subrayó que el destino de México no depende de una sola persona o decisión, sino de todos los ciudadanos y legisladores. Después de estudiar el dictamen, concluyó que su aprobación no supondría la destrucción del país.
"Ni México se va a destruir si se aprueba la reforma, ni la reforma va a cambiar en automático la realidad de un sistema de justicia que a gritos exige un cambio de fondo", añadió.
Aseguró que la vida democrática no se vería afectada y que las libertades y derechos no estarían en peligro. Según Yunes Márquez, el riesgo de una dictadura sólo existe en la mente de quienes temen a ese escenario.
El senador cuestionó si la mayoría en el Congreso tenía derecho a promover un cambio estructural en uno de los Poderes de la Unión, y si la elección popular era la mejor vía para seleccionar a los ministros y jueces:
La mayoría sí tiene derecho a promover cambios estructurales, así ha sido a lo largo de nuestra historia".
Uno de los puntos más debatidos de la reforma es la propuesta de que los jueces sean elegidos por voto popular. Yunes Márquez defendió esta medida, argumentando que permitiría garantizar un mayor compromiso de los impartidores de justicia con los ciudadanos.
"El Senado y el Presidente de la República, ambos con militancia partidista, son quienes hoy en día nombran a los ministros de la Suprema Corte.
“Las negociaciones para los nombramientos se llevan a cabo entre grupos parlamentarios, y si no se llega a un acuerdo, el Presidente nombra libremente, como sucedió recientemente", explicó.
Para Yunes Márquez, un modelo de elección popular permitiría que los jueces estuvieran vinculados a millones de ciudadanos, garantizando así su compromiso con la Ley.
"No hay razón para dudar de la calidad personal y del compromiso con la Ley de quienes resulten electos si la reforma se aprueba", añadió.
En la mañana, se había especulado que Yunes Márquez sería el senador de oposición que facilitaría la mayoría calificada de 86 votos necesarios para aprobar la reforma judicial, lo que finalmente se confirmó. Ante las críticas, el senador fue claro: "No seré un obstáculo".
El legislador reafirmó su lealtad a los principios del Partido Acción Nacional, subrayando que estos incluyen el respeto a la dignidad humana y a la libertad.
Sin embargo, acusó que el debate sobre la reforma había sido distorsionado por intereses políticos, agendas personales y cobros de facturas.
"Vivimos en un sistema representativo, y por tanto la mayoría legislativa representa a la mayoría de los mexicanos, nos guste o no", expresó.
Finalmente, Yunes Márquez concluyó que, aunque es opositor del actual gobierno su oposición es racional. "Nunca seré un obstáculo", sentenció.
“Lo hago (acudir al Senado) en mi condición de opositor de un gobierno con el que no he coincidido, pero soy la oposición racional, nunca seré un obstáculo”, dijo Yunes Márquez.