Es muy poco común que la relación de México con otros países sea motivo de discusión a nivel mundial; desde la semana pasada, las tensiones entre nuestro país y Ecuador han aumentado al punto de que se han roto las relaciones diplomáticas entre ambas naciones por un penoso episodio en el consulado de nuestro país en ese lugar de Sudamérica.
¿Cómo inició el conflicto entre México y Ecuador? A continuación dejaremos una breve cronología, tratando de explicar lo mejor posible esta situación.
Fue a finales del 2023 cuando Ecuador vivió una jornada electoral empañada por el asesinato del candidato Fernando Villavicencio, quien había denunciado ya diversas amenazas aparentemente del crimen organizado.
En ese proceso, resultó electo Daniel Noboa como nuevo mandatario en sustitución de Guillermo Lasso. Con 35 años, Noboa es el presidente electo más joven en la historia de Ecuador, siendo su mayor reto la violencia que rápidamente aumenta en todo el país.
Fue poco después de que Noboa asumiera la presidencia que la Embajada de México confirmó que Jorge Glas, exvicepresidente en los gobiernos de Rafael Correa y Lenin Moreno había solicitado asilo político y se le había concedido, esto al afirmar que temía por su seguridad y libertad personal.
Glas ya había sido detenido en 2017 acusado de corrupción en el caso Odebrecht y sentenciado a seis años de prisión, logrando salir en libertado condicional en el 2022.
Ahora, Jorge Glas era buscado para que declarara en torno a un caso llamado Reconstrucción y que tenía que ver con el mal uso de recursos destinados a atender la emergencia por un sismo ocurrido en 2016.
Tras unificarse diversos casos, la Fiscalía ecuatoriana solicitó en junio de 2023 una audiencia para formular cargos en contra del exvicepresidente y otros dos funcionarios.
Desde la llegada de Glas a la Embajada de México, el gobierno ecuatoriano solicitó su colaboración para que México cooperaran con las autoridades policiales; la Cancillería informó que se analizaría una posible solicitud de asilo por parte del exfuncionario, manteniendo el diálogo con Ecuador.
La Fiscalía del país sudamericano confirmó que Glas solo era requerido para participar en las diligencias del caso Reconstrucción; sin embargo, desde el 20 de diciembre de 2023 Glas solicitó asilo a México.
Tras dos intentos más de citar a audiencia, en enero de 2024 un juez dictó prisión preventiva contra el exvicepresidente por peculado. La Corte Nacional declaró improcedentes varios recursos de apelación interpuestos por la defensa de Glas.
Fue el 1 de marzo que la Cancillería de Ecuador pidió formalmente a México se permitiera el ingreso a la sede diplomática para detener a Jorge Glas, lo que la titular de la Cancillería mexicana, Alicia Bárcena, respondió con una negativa.
Fue el 3 de abril durante una conferencia matutina que el presidente López Obrador emitió comentarios, calificados por muchos como desafortunados, en torno al proceso electoral en Ecuador y cómo la muerte de Fernando Villavicencio ‘impulsó’ a Daniel Noboa.
“Hubo elecciones en Ecuador, iba la candidata de las fuerzas progresistas como 10 puntos arriba, 10 puntos. Como tres, cuatro, cinco candidatos más.
“Entonces, un candidato que habla mal de la candidata que va a arriba de repente es asesinado, y la candidata que iba arriba se cae, y el candidato que iba en segundo sube”.
Ahí, López Obrador refiere que la candidata termina siendo sospechosa del crimen, y alude que esta situación enrareció todo el ambiente electoral, lo que fue impulsado por los medios de comunicación y que terminó por favorecer la victoria de Daniel Noboa.
Esto causó que la Cancillería de Ecuador declarara persona non grata a la embajadora mexicana Raquel Serur; López Obrador informó después que se mantendrían las relaciones diplomáticas con Ecuador pero que se buscaría la manera de traer de vuelta a la embajadora.
Sostuvo la posición de su gobierno de dar asilo político a Jorge Glas, pidiendo un salvoconducto a la Cancillería ecuatoriana y éste pudiera abordar un avión junto con la representante diplomática mexicana, lo que le fue negado.
Pocas horas después, elementos policíacos rodearon la embajada mexicana en Quito ante la posibilidad de fuga del expresidente.
Fue poco después de las 10 de la noche, tiempo del centro de México, que el presidente López Obrador informaba sobre el ingreso de fuerzas policiales ecuatorianas a la embajada mexicana, en donde fue detenido el exvicepresidente Jorge Glas.
En ese momento, Obrador expuso la suspensión de relaciones diplomáticas con Ecuador; minutos después, la canciller Alicia Bárcena confirmaba no la suspensión, sino la ruptura de relaciones con el país sudamericano.
Esta reacción del gobierno de Daniel Noboa fue muy mal vista y condenada por la comunidad internacional, calificándola como una falta grave a tratados y convenciones internacionales firmadas entre los países.
El Gobierno de Ecuador justificó su actuar bajo la premisa de que ningún delincuente puede ser considerado para recibir asilo político, y más cuando ya hay órdenes de captura procedentes en su contra, como es el caso de Jorge Glas.
Esta situación provocó el regreso de gran parte del personal diplomático que México tenía en Ecuador; la Cancillería anunció que se presentaría una denuncia ante la Corte Internacional de Justicia por estos hechos y la violación de la sede diplomática mexicana.
La ruptura de relaciones entre México y Ecuador no debería afectar los derechos de personas mexicanas y ecuatorianas que habitan o estén de visita en estos países; aún no se ha dicho lo que ocurrirá con el personal diplomático de Ecuador en nuestro país.
El presidente Daniel Noboa reconoció que lo ocurrido en la embajada de México en Ecuador fue una situación extraordinaria, abriendo la posibilidad a dialogar con nuestro país y restablecer relaciones, ‘sin negociar la justicia’.