Se dice que, desde la pandemia a causa del coronavirus, las cifras en uso de pantallas han aumentado de forma notable. Seguramente tengas mucho más teletrabajo que antes y pasas muchas más horas frente a la pantalla que antes de la pandemia.
Por eso, en este artículo, te damos algunos consejos para cuidar tu salud ocular y que tus ojos no sufran el impacto de las pantallas:
Cuando parpadeamos hidratamos y lubricamos nuestros ojos. Cuando estamos delante de la pantalla, la frecuencia de este acto reflejo se reduce de manera considerable. Por esta razón, cuando estamos delante de una pantalla es importante recordar la importancia del parpadeo. Lo ideal es que no pasen más de 10 segundos entre un parpadeo y otro.
El parpadeo es natural y debería ser suficiente para lubricar e hidratar los ojos, en aquellos casos en los que se padece ojo seco, lo más recomendable es complementar la lubricación del ojo con lágrimas artificiales. Este producto se vende libremente en las farmacias y tiene una composición muy similar a la lágrima natural.
Si estudias o trabajas delante de un ordenador, es fundamental realizar periodos de descanso que permitan relajar los ojos. Debes tener descansos a cabo cada hora y duren al menos cinco minutos.
Durante los descansos no sirve de nada dejar de mirar el ordenador para usar el móvil (por ejemplo, para consultar las redes sociales o los chats activos). En su lugar, es recomendable parpadear bastante y fijar la mirada en objetos lejanos, por ejemplo, a través de una ventana.
Un elemento que no se puede pasar por alto para proteger nuestros ojos del daño que causa la pantalla del ordenador es conservar una distancia adecuada entre estos y dicha pantalla.
La pantalla del ordenador debe estar situada a una distancia de entre 50 y 60 cm de nuestros ojos y justo delante de ellos, de modo que el cuello pueda conservar una posición neutral y no forcemos las vértebras cervicales ni los músculos de esta parte del cuerpo.
Lo ideal es que tengas que estirar tu brazo para tocar la pantalla, lo cual es un problema cuando se usan ordenadores portátiles.
Se recomienda que la luz que usamos sea natural, aunque la luz artificial también puede ser adecuada. La luz debe ser suficiente para ver correctamente, tanto la pantalla como el resto de la habitación.
Es importante el punto de origen o foco de la luz ambiental. La luz debe proceder siempre del techo o de un lateral de la pantalla. Se debe evitar colocar la pantalla del ordenador frente a una ventana o contra esta.
Por lo tanto, lo correcto será que la ventana de la habitación quede en el lateral del escritorio. Así evitaremos los reflejos y la falta de contraste.
También debes de bajar el brillo de la pantalla, sobre todo si estamos trabajando con texto negro sobre blanco.