En el océano profundo a más de 3.8 kilómetros de profundidad y en completa oscuridad se encuentran los restos del Titanic, a 640 kilómetros de la costa de Terranova en Canadá, en estas condiciones se realiza un rescate imposible, el submarino Titanic
La búsqueda del submarino desaparecido en esta zona del Atlántico ha superado las 96 horas críticas, y las operaciones de rescate involucran a Estados Unidos, Canadá, Francia y el Reino Unido, con recursos como aviones, embarcaciones y drones submarinos.
La presión del agua en esas profundidades es aproximadamente 390 veces mayor que en la superficie, lo que representa un desafío adicional para los equipos de rescate que deben soportar una presión de alrededor de 40 mega pascales (MPa, medida de presión equivalente a un newton sobre un metro cuadrado expresada en millones).
Para hacerse una idea, esto es unas 200 veces la presión que hay en la llanta de un automóvil convencional, tal como explicó Robert Blasiak, investigador oceánico de la Universidad de Estocolmo entrevistado para un programa de radio de la BBC.
En el océano oscuro, los sonidos se utilizan para orientarse, pero el agua cambia la forma en que el sonido se propaga, lo que dificulta la búsqueda. Los pilotos de sumergibles emplean la navegación inercial para rastrear su posición y orientación, pero aún así, es un desafío encontrar el camino hacia las profundidades del océano.
Las corrientes submarinas también plantean desafíos, aunque no son tan fuertes como en la superficie. Las investigaciones han revelado la presencia de corrientes de agua fría y migraciones de sedimentos alrededor del naufragio, pero no se consideran un riesgo para la seguridad.
El lecho marino ha experimentado deslizamientos de tierra y acumulaciones de sedimentos, lo que dificulta la búsqueda. La falta de conocimiento sobre esta área y el hecho de que se sabe más sobre la superficie lunar que sobre el fondo del océano, debido a la falta de estudios, plantean grandes incógnitas en el rescate.