Donald Trump ha regresado al poder en Estados Unidos, luego de ser declarado por los principales medios de comunicación como el virtual ganador de las elecciones presidenciales celebradas el martes.
El triunfo ha sido posible gracias a su dominio en varios estados clave, como Pensilvania, Georgia, Arizona y Nevada, además de obtener una ventaja en el voto popular sobre la demócrata Kamala Harris.
Sin embargo, su éxito no se debe a un voto diverso, sino que responde a un perfil de votante muy específico.
El perfil del votante de Trump mostró una adhesión a los valores tradicionales estadounidenses: familias nucleares, cristianas, viviendo en los suburbios y con un deseo de recuperar lo que consideran un pasado más próspero.
La mayoría de estos votantes piensan que Estados Unidos estaba mejor en el pasado que en la actualidad, y esta nostalgia por un estilo de vida tradicional impulsó gran parte del apoyo a Trump.
En contraste, el voto demócrata representó un modelo más urbano, multiétnico y progresista, con familias no necesariamente tradicionales y con una mayor inclinación hacia valores liberales.
El perfil del votante de Trump es claro: un hombre blanco, residente de los suburbios o zonas rurales, casado y con hijos, cristiano, mayor de 50 años y con ingresos menores a 50,000 dólares anuales.
Este grupo fue uno de los más afectados por la inflación de 2022, lo que desencadenó un voto de castigo contra el gobierno de Biden.
Por género: Trump recibió el apoyo del 55% de los hombres, mientras que Kamala Harris atrajo a la mayoría de las mujeres con un 54%.
El tema del aborto fue decisivo para inclinar el voto femenino hacia los demócratas, en especial en estados con fuertes restricciones.
Por edad: Las personas entre 45 y 60 años votaron mayoritariamente por Trump (53%). En cambio, los votantes más jóvenes favorecieron a Harris, mientras que entre los mayores de 60 años, el voto estuvo casi dividido, con una leve ventaja para Trump (50% frente al 49%).
Por raza: Trump dominó el voto blanco con un 55%, mientras que Harris obtuvo una abrumadora mayoría entre afroamericanos (86%), latinos (53%) y asiáticos (56%). Esto demuestra una consolidación del voto demócrata como una coalición más diversa.
Por estado civil: Los votantes casados (55%) y con hijos (51%) apoyaron a Trump, mientras que Harris fue la opción preferida de los solteros (56%) y la comunidad LGBT+ (86%).
Por religión: Los cristianos, tanto protestantes (62%) como católicos (56%), se inclinaron por Trump, mientras que Harris ganó entre judíos (79%), ateos o agnósticos (72%) y seguidores de otras religiones (60%).
Por ingresos: Aunque la distribución del voto fue más equilibrada en la clase media, quienes ganan menos de 100,000 dólares anuales prefirieron a Trump (49% frente a 48%). En contraste, aquellos con ingresos superiores votaron mayoritariamente por Harris (53% frente a 45%).
Por educación: Los votantes con niveles educativos más bajos apoyaron a Trump (54%), mientras que los electores con mayor nivel de estudios se inclinaron por Harris (57%).
A pesar de que los indicadores económicos parecían estar a favor de la administración Biden, muchos votantes de Trump consideran que el país estaba mejor en el pasado, durante la presidencia de Trump.
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La inflación de 2022, aunque ya controlada, dejó una huella profunda en la percepción de los ciudadanos, especialmente entre aquellos que dependen del automóvil y del transporte por carretera, como es el caso de las clases medias suburbanas.
Aunque Biden evitó una recesión y redujo la inflación, el golpe al bolsillo en 2022 fue decisivo para que Trump reconectara con su base.