En estos momentos, en el Golfo de México se desplaza el huracán Milton, el cual ha alcanzado la categoría 5 en la escala de Saffir-Simpson, lo que indica que su peligrosidad es alta y su potencial destructivo es elevado en caso de tocar tierra.
Por ahora, Milton se desplaza a una velocidad de 17 kilómetros por hora, con vientos máximos sostenidos de 285 kilómetros por hora y rachas que alcanzarían los 350; se ubica a 110 kilómetros al nor-noreste de Celestún y a 125 kilómetros al oeste-noroeste de Progreso, Yucatán.
Tomando esto como base, ¿sabes cómo funciona la escala de Saffir-Simpson y cuáles son sus niveles de intensidad? Trataremos de dar a continuación una explicación concreta al respecto.
Fue en la década de 1970 cuando el ingeniero Herbert Saffir y el meteorólogo Robert Simpson idearon una escala para describir los posibles efectos que un huracán podría tener en una zona determinada.
Dicha escala se basa en la velocidad máxima sostenida de los vientos del meteoro y no toma en cuenta el potencial destructivo de otros ‘daños’ que el huracán puede traer consigo, como las mareas y las inundaciones.
Dicha escala está compuesta por cinco niveles, siendo los de categoría 3 y superiores los que se catalogan como de gran intensidad ya que debido a la fuerza de sus vientos pueden generar daños devastadores e incluso la pérdida de vidas humanas.
Los cinco niveles de la escala de Saffir-Simpson se miden de la siguiente manera:
Según información del Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos, los daños habría que multiplicarlos por cuatro en cada aumento de categoría, lo cual daría una idea más clara de la devastación que un huracán, por pequeño que sea, puede dejar en el sitio donde impacte.