El presidente ruso, Vladimir Putin, acusó este jueves a Ucrania de intentar bombardear la central nuclear de Kursk, ubicada a unos 50 kilómetros del frente de batalla en territorio ruso.
A pesar de las acusaciones, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) no mencionó ningún intento de ataque en su reciente comunicado, aunque confirmó que su director general visitará la planta la próxima semana.
Mientras tanto, las autoridades rusas, incluido el gobernador de la región de Kursk, Alexei Smírnov, aseguraron que las instalaciones continúan operando sin interrupciones.
Las preocupaciones sobre la seguridad nuclear en la región han aumentado desde que el conflicto entre Rusia y Ucrania se intensificó en 2022. Ambos países se han acusado mutuamente de poner en riesgo la seguridad de plantas nucleares.
En respuesta a la incursión ucraniana en la región de Kursk, el OIEA ha pedido "máxima moderación" para evitar un posible desastre nuclear. Además, un ataque aéreo ucraniano hundió un transbordador ruso cargado de combustible en el estrecho de Kerch, lo que ha incrementado aún más las tensiones.
Rusia insiste en que no habrá negociaciones mientras las tropas ucranianas permanezcan en su territorio, y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha dejado claro que no dialogará con Putin hasta que Rusia retire sus fuerzas y compense a Ucrania por los daños del conflicto.