Al recordar el conflicto entre Rusia y Ucrania, el cual ha cobrado la vida de miles de civiles, el papa Francisco no pudo reprimir las lágrimas, durante una celebración a la Virgen de Guadalupe.
En la fiesta de la Inmaculada Concepción, realizada en la plaza de España, en el Centro de Roma, el sumo pontífice leyó un discurso en el que se refirió a la “Ucrania martirizada”.
"Oh Virgen Inmaculada, hoy habría querido darte las gracias del pueblo ucraniano", comenzó a leer, hasta que no pudo reprimir el llanto.
El papa volvió a insistir por la paz mundial y pidió que cese la invasión de Rusia en Kiev, donde miles de familias inocentes han sufrido a causa de los incesantes ataques.
"Debo presentarte la súplica de los niños, de los ancianos, de los padres, madres y de los jóvenes de esta tierra martirizada que tanto sufre. Pero en realidad todos sabemos que estás con ellos y con todos los que sufren, como estuviste junto a la cruz de tu hijo", prosiguió.
En su plegaria, el papa también se refirió a las nuevas generaciones y lamentó las hostilidades que quedarán en este mundo para ellos, así como la crisis económica que tendrán que enfrentar.
Uno de estos retos, dijo, ha sido la pandemia de covid-19 y advirtió que los niños han sido los más afectados tras las consecuencias de esto trajo, por lo que pidió a la Inmaculada Concepción “que poco a poco vuelvan a desplegar las alas”.