Donald Trump o Kamala Harris. El candidato republicano busca su segundo periodo en la Casa Blanca que perdió en 2020, y la actual vicepresidenta demócrata toma el lugar que dejó el actual presidente Joe Biden.
Este martes 5 de noviembre, unos 250 millones de votantes acudirán a las urnas para elegir al que será el líder de la nación más poderosa del mundo por los próximos cuatro años, y no es arriesgado decir que, después de los propios estadounidenses, México es el país más al pendiente de la contienda.
Aún con los votos anticipados emitidos en persona y mediante correo por al menos 75 millones de personas, se anticipa una contienda muy reñida entre Trump y Harris, con potencial de recuento en muchos estados debido a los márgenes estrechos.
Este 2024, son siete estados clave los que podrían requerir recuentos, los conocidos estados ´bisagra´ (´swing states´ en inglés) que no muestran una inclinación, y que tienen un número de votantes mayor que en 2020: Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin podrían cambiar drásticamente el rumbo de la elección este martes.
En elecciones pasadas, el nuevo presidente de la nación norteamericana se anunciaba horas después del cierre de la jornada, pero este año factores como los mencionados anteriormente podrían retrasar los resultados.
A las 18:00 horas (tiempo del este) cierran las primeras urnas, mientras que las últimas pueden extenderse hasta la 1:00 del miércoles 6. Normalmente, se cuentan primero los votos emitidos el mismo día, seguidos de los anticipados, pero los escrutinios podrían llevar tiempo extra.
Esta situación ya cuenta con precedentes: Joe Biden en 2020 y el propio Donald Trump en 2016 fueron proclamados presidentes durante la madrugada del día siguiente a las elecciones; el caso podría repetirse este 2024, si no es que se extiende recién hasta el miércoles por la mañana.
La población mexicana es la segunda más pendiente de esta jornada electoral, después de la estadounidense. Cada 12 años, las elecciones en ambos países coinciden con pocos meses de diferencia, y temas como el comercio, la seguridad y la migración están puestos sobre una balanza.
En el último día de campaña, Donald Trump visitó los principales estados clave: Carolina del Norte, Michigan y Pensilvania, y se refirió, para variar, al tema migratorio en la frontera sur con México.
El republicano mandó un mensaje a la presidenta Claudia Sheinbaum sobre la necesidad de detener el flujo de "migrantes y drogas" a Estados Unidos, amagando con repercutir en el tema arancelario en las importaciones.
"Si no detienen esta avalancha de criminales y drogas que llegan a nuestro país, voy a imponer inmediatamente un arancel del 25% a todo lo que envíen a los Estados Unidos", dijo Trump a sus simpatizantes de Raleigh, Carolina del Norte.
Kamala Harris se ha concentrado en Pensilvania, y los expertos aún la describen como "menos errática que su rival", anticipando una mayor afinidad con la mandataria mexicana, más allá de que ambas sean mujeres.
No obstante, con la demócrata podría preocupar el tema económico, pues se sabe que como senadora votó en contra del T-MEC, que se revisará en 2026, potenciando el riesgo de una renegociación no exactamente beneficiosa para México.
Al respecto, la presidenta Sheinbaum sostuvo durante la mañanera de este lunes que, al igual que en procesos anteriores, no habrá un posicionamiento oficial del Gobierno de México hasta que se conozca el resultado, y "se trabajará conjuntamente con quien resulte electo".