En las calles de Nápoles, Italia, se teje un lucrativo mercado clandestino de productos de lujo falsificados, liderado por la mafia italiana, la Camorra.
Italia, hogar de renombradas casas de moda, encabeza la incautación de falsificaciones en la Unión Europea, con un 63% del total de productos requisados en 2022. En Nápoles, el negocio de los productos falsificados genera ingresos asombrosos, estimados entre 6,500 y 7,500 millones de dólares.
La cadena de falsificación en Nápoles abarca desde la producción y el almacenamiento hasta la distribución y la venta, todas controladas por la Camorra.
Aunque para muchos clientes la compra de productos falsificados puede no ser motivo de preocupación, la influencia de la mafia en este negocio lo ha convertido en una prioridad para las fuerzas de seguridad.
Los esfuerzos para combatir este fenómeno están en aumento. Las autoridades italianas han intensificado sus operaciones contra la falsificación, incautando millones de productos valorados en cientos de millones de euros.
Sin embargo, la lucha contra las falsificaciones es una tarea compleja, ya que la Camorra ha establecido un control férreo sobre este lucrativo mercado paralelo.
La colaboración entre la Camorra y grupos criminales internacionales, especialmente de China, alimenta este sistema de falsificación rigurosamente organizado. Si bien algunos productos se fabrican localmente, la mayoría se importan de China y Turquía, utilizando puertos europeos estratégicos para su distribución.