El Alzheimer es la forma más común de demencia entre los adultos mayores. Esta enfermedad afecta a miles de personas a nivel mundial, empeora con el paso del tiempo, hasta que, finalmente, llega a causar la muerte de quien la padece.
Aunque la mayoría de los pacientes son adultos mayores, el Alzheimer es una afección que también se llega a presentar en adultos más jóvenes, quienes ven deteriorada su memoria, el pensamiento y comportamiento social.
Expertos han encontrado que cada vez hay una mayor evidencia sobre la relación entre los hábitos alimenticios saludables y la reducción del riesgo de padecer Alzheimer, por lo que es necesario modificar ciertos hábitos y el estilo de vida.
¿Cómo disminuir el riesgo de padecer Alzheimer?
Aunque el Alzheimer no se puede prevenir, sí es posible eliminar los factores de riesgo. Para ello, puedes seguir estas recomendaciones:
- Realizar ejercicio con regularidad
- Llevar una alimentación de frutas y verduras frescas, aceites saludables y alimentos bajos en grasas saturadas
- Seguir las pautas de tratamiento para controlar la hipertensión arterial, la diabetes y el colesterol alto
- Si se fuma, dejar el hábito
¿Cuáles son los síntomas del Alzheimer precoz?
Por lo regular, cuando inicia el Alzheimer el paciente comienza a presentar una serie de síntomas relacionados principalmente con las funciones del cerebro. Si tienes algunos de estos síntomas, lo mejor es que acudas al médico:
- Cambios en el carácter o personalidad: presentar confusión, depresión, temor, ansiedad, enfado, etc.
- Desorientación espacial y temporal: las personas que sufren Alzheimer precoz o prematuro suelen olvidar fechas y en algunos casos presentar dificultad para comprender lo que ocurre. También es posible que olviden el lugar en el que están y la forma en que llegaron al mismo.
- Dificultad para resolver problemas: las personas con este trastorno cerebral presentan inconvenientes para solucionar situaciones cotidianas con algún grado de dificultad.
- Problemas nuevos relacionados con el habla o lo escrito: problemas para participar en una conversación o no encontrar las palabras adecuadas para seguir y llamar a las cosas por nombres incorrectos o no tener idea de cómo hacerlo.