Las plantas añaden un ambiente fresco y cálido en prácticamente cualquier lugar, pero, no todas las personas tienen 'el don' de cuidar completamente una planta, por lo que una de las especies que más se han popularizado son las suculentas, pues requieren menores cuidados.
Aunque las suculentas pueden parecer fáciles de cuidar, no lo son, por lo que requieren algunos pasos a seguir para alargar su vida, aquí te decimos algunos de ellos.
Para cuidar las plantas suculentas tienes que tener en cuenta que necesitan poca agua, suelo con buen drenaje y mucha luz natural sin sol directo. Estas plantas pueden retener mucha agua en su interior y, por ello, tienes que vigilar el riego y evitar el sol fuerte y las temperaturas bajas ¡Todo un reto!
Sin embargo, uno de los problemas con este tipo de plantas es que solemos caer en el error de tratarlas como a cualquier otra, pero su especie es similar a los cactus.
Una manera sencilla, saber que ellos también son suculentas, de entender que los cuidados de éstas son diferentes. Diferentes no quiere decir complicados (en este caso, todo lo contrario) pero sí fundamentales para poder disfrutar de nuestras plantas como tiene que ser: bien cultivadas. Para ello será necesario emplear sustratos y abonos específicos.
Es necesario conocer a que ejemplar pertenecen para ayudarles a crecer fuertes, evitarles plagas, deformaciones o, incluso, la muerte.
Precisamente por eso, el exceso de riego puede ser letal para ellas. Durante los meses de frío, no necesitarán más de un riego cada quince días mientras que en los meses de calor podemos aumentar la pauta a un riego por semana.
Aunque necesitan mucha luz, nunca se deben someter a las suculentas al sol directo y mucho menos en verano. Sobre todo, porque para poder mantener una correcta hidratación necesitan poder guardar las reservas de agua y la exposición directa al sol las deshidrata.
Este factor puede hacer que las hojas se tornen rojas y eso es un signo de que se están quemando. Si detectamos que la tonalidad de sus hojas palidece, es momento de buscarle una ubicación donde pueda recibir más luz.
El hecho de que ocupen poco espacio y que, además, pueden crecer en casi en cualquier sitio (ya sea en interior o en exterior) convierten a las suculentas en una apuesta genial para tener un pedacito de naturaleza en casi cualquier espacio.