El comediante José Alberto 'N', mejor conocido como Chuponcito, fue vinculado a proceso por el delito de acoso sexual, tras la denuncia de su exrepresentante, Carla 'N'. A pesar de las acusaciones, Chuponcito logró evitar la prisión gracias a un amparo, lo que le permitirá continuar su proceso judicial en libertad.
Sin embargo, las autoridades han impuesto medidas cautelares que deberá cumplir, como presentarse semanalmente en la Unidad de Supervisión de Medidas Cautelares y la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima.
De no cumplir con estas medidas, Chuponcito podría ser arrestado y enviado a prisión durante la duración de la investigación.
El caso sigue en curso y las autoridades han dado dos meses para concluir las investigaciones. Durante este tiempo, Chuponcito debe cumplir estrictamente con las condiciones establecidas o enfrentar una sentencia más severa.
El comediante Sergio Verduzco, conocido como Platanito, se encuentra en el centro de una controversia legal tras realizar una broma insensible sobre la trágica muerte de Debanhi Escobar.
Los padres de la joven, Mario Escobar y Dolores Bazaldúa, ratificaron una denuncia ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) en contra de Platanito, buscando que se tomen medidas para reparar el daño causado.
Aunque el comediante ofreció una disculpa pública, la familia de Debanhi busca justicia y que se siente un precedente para evitar que casos similares ocurran en el futuro.
El grupo de payasos Wapayasos, conocido por mezclar el entretenimiento infantil con una estética sexualizada, ha sido objeto de críticas por el contenido de algunos de sus espectáculos y videos.
Aunque promueven mensajes positivos como "no al bullying", sus presentaciones han generado controversia entre padres de familia, quienes consideran que sus shows no son apropiados para todos los públicos.
Pedro López, de 62 años, quien interpreta al Payaso Eso tapatío en Guadalajara, cambió las sonrisas por sustos, inspirado en el personaje de Stephen King, Pennywise. Aunque su intención es asustar y hacer reír, su estilo aterrador ha generado críticas por parte de quienes consideran inapropiado el uso del miedo en espectáculos públicos.
En 2015, Lagrimita, uno de los payasos más populares de México, fue acusado de difamación durante su candidatura para alcalde de Guadalajara. Aunque no prosperó legalmente, el caso manchó su imagen pública, afectando su carrera en la televisión.