Este martes 11 de junio, Reynaldo Rivera Morales, originario de Misantla, regresó a su tierra natal para oficiar su primera misa después de haber sido ordenado presbítero en la Basílica de Guadalupe, a caballo, Rivera Morales llegó a la parroquia central de Nuestra Señora de la Asunción para celebrar su cantamisa.
Flanqueado por Monseñor José Trinidad Zapata Ortiz, Obispo de la Diócesis de Papantla; Monseñor Roberto Madrigal Gallegos, Obispo de la Diócesis de Tuxpan; el cura don Joaquín Sánchez, encargado de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción; Reynaldo ingresó al centro parroquial para ofrecer la homilía.
En una entrevista, Rivera Morales expresó su gratitud y alegría por regresar a Misantla como sacerdote, mencionando que fue un honor ser ordenado en la Basílica de Guadalupe, “regresar a Misantla como sacerdote es un gran orgullo, me siento agradecido con Dios y con la Virgen de Guadalupe por concederme esta oportunidad,” comentó.
Reynaldo Rivera Morales tiene un destacado perfil académico, estudió en la escuela primaria Manuel Gutiérrez Zamora y en la Escuela Secundaria Técnica Industrial en Misantla, luego asistió al Seminario Menor de Papantla, completando la preparatoria y el curso introductorio en Tetela de Ocampo, posteriormente, estudió tres años de Filosofía y cuatro de Teología, actualmente, lleva un año y medio como secretario de Monseñor José Trinidad en Teziutlán, Puebla.
Durante la misa, Rivera Morales destacó la importancia de la vocación sacerdotal, especialmente en tiempos de crisis vocacional, “Misantla siempre ha sido considerada cuna de vocaciones, pero estamos viendo una disminución en el número de jóvenes que optan por la vida sacerdotal debido al relativismo y hedonismo presentes en el mundo actual,” explicó.
El mensaje central de su homilía fue “sal de la tierra y luz del mundo”, enfatizando la necesidad de ser alegres y predicar con la vida en un mundo que necesita hombres de fe y oración, Rivera Morales animó a los jóvenes con inquietudes vocacionales a acercarse a Dios y considerar el sacerdocio como una opción para su futuro.
El presbítero también reflexionó sobre la inmensa alegría y responsabilidad que conlleva haber sido ordenado en la Basílica de Guadalupe, “es un gran regalo y compromiso, ya que el Evangelio dice que al que más se le da, más se le exige,” concluyó.
La celebración de la cantamisa de Reynaldo Rivera Morales fue un evento significativo para la comunidad de Misantla, reafirmando su tradición como cuna de vocaciones y fortaleciendo la fe y esperanza entre sus habitantes.