Mientras las desapariciones forzadas siguen en aumento, la identificación de restos humanos localizados en predios avanza lentamente, por lo que se busca reforzar la cultura de la denuncia para que existan más perfiles genéticos.
Esto destacó la integrante del colectivo en búsqueda “María Herrera”, Maricel Torres Melo.
Mencionó que tan solo en este año solamente los restos de dos personas que estaban en calidad de desaparecidas fueron identificados y entregadas a sus familiares, y un tercero está en proceso.
Resaltó que la pandemia no frenó las actividades de búsqueda, que continuaron en penales, terrenos y otras acciones sociales para obtener datos que puedan ser útiles.
Mencionó que a cinco años de comenzar la exploración en el predio denominado “La Gallera” en Tihuatlan aún siguen encontrando fragmentos de restos humanos.
“El mayor temor que tenemos es morirnos y nunca encontrarlos”, expresó Maricel Torres Melo.
Son ya más de 200 familias en el colectivo que están en búsqueda de sus seres queridos, algunos desde hace 10 años, otros menos de un año, lo cual refleja que el problema sigue en aumento.