Padres interponen queja colectiva contra maestra del COBAEV de Córdoba

Por actos de discriminación, agresiones verbales y acoso escolar, padres de familia interpusieron una queja colectiva ante la delegación regional de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en contra de la maestra Elizabeth Hernández Hernández, quien imparte inglés básico y español en el COBAEV plantel 12.

Los paterfamilias explicaron que las actitudes de la docente han generado ansiedad y depresión en los estudiantes pues por ejemplo les encarga mucha tarea y no duermen por hacerla, pero al otro día no se les recibe.

• "Desde que inició el ciclo escolar, apenas si han tenido 10 clases cuando mucho y las pocas que da ya son temas muy retrógrados, muy anteriores y no son compatibles con la nueva escuela de este ciclo. Además, no recibe las tareas ni hay retroalimentación", declaró Doris Elvira Enríquez, madre de un alumno.

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Mencionó que un día le puede poner 6 a un alumno y al otro le pone 3 y lo mismo hace con todos.

Los padres agregaron que además no da el mismo trato a los niños que son más morenitos y no da un buen trato a quienes son de escasos recursos, los trata de "burros", los ignora, les arranca las hojas de sus libretas.

Los inconformes aseguran que el problema no es nuevo y que la maestra ha sido protegida durante más de una década por personajes políticos y sindicales que han impedido que sea relevada de sus funciones, sin importarles el daño que causa al alumnado. 

Incluso, mencionaron, el director del plantel le intentó llamar la atención por su conducta y lo denunció por acoso laboral, por lo que el conflicto persiste pero el directivo ya ni siquiera puede intervenir.

Padres y alumnos pidieron la intervención inmediata de las autoridades educativas para garantizar un ambiente de aprendizaje adecuado y exhortan a más familias a sumarse a la queja colectiva.

Asimismo, demandaron a las autoridades educativas y sindicatos que dejen de proteger a malos maestros que sólo afectan a los alumnos psicológicamente, pues hay jóvenes que ya ni siquiera quieren ir a clases o les piden a sus padres que los cambien de escuela.